Académicos y estudiantes de Medicina Veterinaria participaron en operativo por incendios forestales

Los voluntarios se sumaron al llamado del Colmevet, el cual levantó un Hospital de Campaña en la comuna de Lumaco, donde profesionales y futuros profesionales atendieron diversas especies de fauna silvestre, además de animales de producción y de compañía, de familias damnificadas.


En el marco de la emergencia por incendios forestales que afectan a La Araucanía, estudiantes y académicos de la carrera de Medicina Veterinaria de la Universidad Mayor sede Temuco participaron como voluntarios del Hospital de Campaña que levantó el Colegio Médico Veterinario en la comuna de Lumaco, en donde atendieron diversas especies de fauna silvestre, animales de producción y animales de compañía de familias que lo perdieron todo.

“El Hospital Veterinario de Campaña duró un poco más de un mes. Sin embargo, la cooperación y ayuda a la comuna se venía gestando con antelación y, aun cuando, el Hospital entregue el alta a los animales afectados, el beneficio continuará, dado que se derivaron muchos pacientes a centros veterinarios especializados en la ciudad de Temuco. Además, se realizaron muchas visitas a terreno, las cuales deben ser sometidas a seguimientos por parte de los voluntarios de la zona”, explicó el académico, Freddy López.

El beneficio fue dirigido a los dueños de animales afectados por los incendios y, en este sentido, se priorizó la atención a los animales que presentaban lesiones de distintos grados debido a las quemaduras. “Durante nuestra estancia se realizó atención médico-quirúrgica, principalmente, a perros, gatos, ovejas, cerdos, vacas y bueyes. Sin embargo, se pudo atender también, caballos, liebres y aves, pero en menor cantidad”, detalló.

Sobre qué lo motivó a sumarse ad honorem y en sus vacaciones a esta campaña, el especialista dijo que “nosotros como profesionales de la salud animal nos sentimos en el deber de aportar desde nuestro conocimiento y, también, el poder colaborar en la distribución de ayuda a los distintos focos críticos de la comuna. Esto fue lo que realmente nos ha motivó a ser parte de esta hermosa campaña, y esperamos que mucha gente se siga sumando, ya que las necesidades continúan y las familias requieren apoyo continuo para poder levantarse y salir adelante”.

Por su parte, el docente Álex Muñoz, quien también participó como voluntario, señaló que su motivación fue personal, ya que “me dedico a la clínica y reproducción de bovinos, animales que me apasionan mucho y al ver que los animales estaban sufriendo, nació el interés de ir a ayudar, contribuyendo con los conocimientos para estas especies. Además, estos animales para muchas personas son su capital de trabajo y en ocasiones los únicos compañeros que tienen.”

Espíritus solidarios

Los estudiantes de esta carrera de la sede Temuco también se sumaron al llamado del Colmevet, invirtiendo parte de sus vacaciones en ayuda a quienes más lo necesitaban. Uno de esos futuros profesionales, fue el alumno de cuarto año, Carlos Felipe Schumacher, quien sostuvo que “tanto a mis compañeros como a mí en lo personal nos motivó ver la necesidad de ayuda en el plano de las urgencias, el saber que con los conocimientos que tenemos en esta etapa de la carrera, podíamos aportar con nuestro trabajo, nuestras energías y conocimientos”.

–¿Cuáles dirías que fueron los mayores desafíos que enfrentaron en terreno?

–Personalmente sentí dos grandes desafíos, el primero el prestar apoyo en la parte humana, contención a personas que lo habían perdido todo por el fuego, casa, ropa y que lo único que tenían era un animal, el cual en muchos casos eran la forma de subsistir para ellos, los cuales presentaban múltiples quemaduras y un pronóstico muy reservado. Muchas veces tocaba darles una noticia no muy alentadora. Y el segundo desafío es propio de la emergencia, éramos muchas personas con ganas de ayudar, pero ni los médicos veterinarios en el lugar ni mucho menos nosotros como estudiantes habíamos enfrentado una emergencia así, muchos ni siquiera habíamos visto quemaduras de esa envergadura.

–¿Con qué aprendizaje se quedan?

–Aprendimos cosas que nos servirán toda la vida, tales como el manejo de quemaduras múltiples, tratamiento y tiempo de curación de éstas, así como también aprendimos a trabajar mucho más en equipo, con muchos más voluntarios, estudiantes de distintas universidades, médicos veterinarios de distintas ciudades e inclusive países, pudimos conversar sobre tratamientos, utilizar las experiencias de cada uno para llegar a un acuerdo común sobre lo mejor para cada uno de nuestros pacientes. Ese es el aprendizaje en cuanto a lo profesional. En lo humano, el valorar al ser humano, la resiliencia de estas personas que a pesar de lo que les ha tocado vivir son capaces de compartir lo poco que lograron salvar, el llegar a ver a sus animales y llevarnos de regalo un par de manzanas, un pancito, una botella de agua y hasta chicha de manzana, lo increíble que es ver el ánimo de decir: “Estamos vivos, eso es lo que importa”, es una gran enseñanza de vida.

–¿Por qué otros estudiantes de Veterinaria deberían participar de instancias como esta?

–Porque en este tipo de emergencia se necesita toda la ayuda disponible, en este tipo de emergencias aprendes cosas y ves realidades que comúnmente no verás, el espíritu de un médico veterinario siempre debe ser el de ayudar al bienestar de sus pacientes estén donde estén, nosotros como estudiantes desde ya debemos tener ese espíritu, y demostrarlo en estas emergencias. Y sobre todo mostrar que los jóvenes, que muchas veces somos catalogados de no estar ni ahí con lo que pasa a nuestro alrededor, sí estamos, si apoyamos y sobre todo ayudamos al que nos necesita. La Universidad Mayor reúne a muchos jóvenes que vienen de diferentes realidades, pero con un mismo objetivo, ser un profesional, participar e involucrarse con la comunidad en este tipo de actividades es fundamental, pues conlleva en el futuro a ser un profesional con una formación integral.