Los desafíos de Temuco para convertirse en una ciudad sostenible

Acciones ambientales, ecológicas, sociales y económicas, son clave a la hora de responder a los constantes cambios y amenazas que se generan para la calidad de vida urbana. Así lo piensa en vicerrector regional de la U. Mayor, Gonzalo Verdugo, quien asegura que “la sostenibilidad urbana depende de la conservación de los ecosistemas naturales y de la biodiversidad en las ciudades”.


Polo de desarrollo del sur de Chile, desde su fundación en 1881, Temuco ha debido enfrentar numerosos desafíos en escalas de tiempo acotadas. El alto flujo migratorio interno a mediados del siglo XX y su consiguiente impacto en la demanda de viviendas y de infraestructura vial, es un ejemplo. 

Hoy, ya avanzada la tercera década del nuevo milenio, los desafíos para esta ciudad parecieran situarse en el desarrollo de una urbe sostenible, ecológica y equitativa. Así, lo piensa el arquitecto y vicerrector de la Universidad Mayor sede Temuco, Gonzalo Verdugo

“El desarrollo sostenible de las ciudades está definido como uno de los 17 objetivos planteados en la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), e incluye el derecho de los ciudadanos a la naturaleza en su ciudad. En la mayoría de las ciudades intermedias en Chile, incluyendo la ciudad de Temuco, existe desigualdad social en la disponibilidad de naturaleza urbana”, comenta.

¿Qué cuestiones parecieran ser importantes para avanzar en esta línea? El vicerrector Verdugo apunta a un concepto clave, el de “ecología urbana”, ciencia interdisciplinaria que permite aportar información concreta a planificadores y gestores de políticas públicas urbanas, para la acertada toma de decisiones respecto a las complejas relaciones entre la sociedad, la ecología, la economía y la infraestructura construida en las ciudades.

Esta visión, más holística, plantea que la sostenibilidad urbana depende de la conservación de los ecosistemas naturales y de la biodiversidad en las ciudades, lo cual asegurará el mejoramiento del hábitat humano, a través de un paradigma de integración sistémica entre los ecosistemas naturales y los ecosistemas artificiales construidos”, explica el arquitecto. 

Conectar islas vegetacionales

Por cierto, la gestión de una ciudad ecológica y sostenible implica múltiples dimensiones, pero hay una que en el caso de Temuco puede ser muy relevante y no tan difícil de implementar: la conexión de las llamadas islas vegetacionales

A juicio de Gonzalo Verdugo, la incorporación de estos remanentes naturales en la planificación urbana permitiría apoyar la captura de CO2, la disminución de la polución y contaminación del aire, la regulación de la temperatura urbana, el resguardo de biodiversidad, la recarga de acuíferos, la recreación y educación ambiental o la estética asociada al paisajismo, entre otros beneficios.

Por eso, advierte el vicerrector Verdugo, “la protección y diseño de ‘corredores naturales o biológicos’ se hace urgente, en tanto reconecten todas las islas vegetacionales de la ciudad, creando una red ecológica para la calidad de vida urbana”.

En el camino, además, deben sumarse otros esfuerzos que apunten a mitigar el impacto de la actividad humana en ecosistemas naturales, como la gestión sustentable de residuos, donde una de las acciones apuntaría a incrementar su valorización, para evitar que su disposición final sea en rellenos sanitarios. “Para ello es clave la infraestructura pública y privada, además del trabajo conjunto con la ciudadanía”, enfatiza.

También, es necesario sumar un transporte público más eficiente, que desincentive el uso excesivo del automóvil. En este ámbito la Universidad Mayor mantiene un convenio de colaboración con la Subsecretaría de Transportes, a través de la carrera de Ingeniería Civil Industrial, que apunta a desarrollar iniciativas de investigación y desarrollo en electromovilidad, movilidad sustentable y congestión.

De esta manera, concluye Gonzalo Verdugo, “será la planificación basada en la ‘ecología urbana’, que potencia la calidad de vida y las relaciones armónicas entre naturaleza y sociedad, la única manera de dejar atrás aquel estigma de urbe gris y contaminada y dar paso a una verdadera ‘ciudad verde’ o ‘ecológica’”.