ACTUALIDAD//Autoridades de La Araucanía en cuarentena: ¿Cómo afecta al Gobierno la confirmación de Covid-19 en su equipo regional?

“Este hecho evidencia cuán desprotegido está nuestro sistema institucional frente a una amenaza”, dice el analista político del Centro de Investigación en Sociedad y Salud de la Universidad Mayor, José Miguel Cabezas, quien recomienda nombrar en lo inmediato autoridades que cuenten con reconocimiento local.

Este fin de semana, la seremi de Salud de La Araucanía, Katia Guzmán, dio positivo al examen por Covid-19. La noticia encendió las alarmas, ya que la enfermera sostuvo reuniones durante la semana con distintas autoridades, entre ellas el intendente, Víctor Manoli, y el seremi del Deporte, Mauricio Gejman, quienes resultaron contagiados.

Asimismo, alcaldes como Miguel Becker, de Temuco, y Juan Eduardo Delgado, de Padre Las Casas, además de distintos seremis y directores de servicios, se encuentran en cuarentena, dejando a la Región —que hasta este lunes en la mañana sumaba 40 contagiados por el nuevo coronavirus— sin sus principales autoridades.

Según el analista político del Centro de Investigación en Sociedad y Salud de la Universidad Mayor, José Miguel Cabezas, este hecho deja de manifiesto dos situaciones de vital importancia. Por un lado, que las autoridades no han sido suficientemente cuidadosas ni prolijas en el tratamiento particular y general de la pandemia.

Y por otro, lo desprotegido que puede estar el sistema institucional cuando nos vemos enfrentados a una amenaza real. “Creo que el efecto más complejo de todo esto, al margen de la preocupación por la salud pública, es que la gente comience a poner en duda las capacidades concretas o reales que pueden tener las autoridades, tanto electas como designadas. Eso, a mediano o largo plazo, puede tener consecuencias mayores”, sostiene.

Es por esto que en lo inmediato, “el Gobierno debería nombrar nuevas autoridades, que ojalá tengan reconocimiento a nivel local. Imagino que deben haber bastantes alcaldes de la coalición que haciendo un sacrificio político, por cierto, podrían responder al llamado del Ejecutivo”, agrega el analista político.

El costo de no responder de manera oportuna, según advierte el especialista, podría profundizar la falta de confianza en las autoridades por parte de la ciudadanía. “Cuando la ciudadanía cuestiona, duda o pierde la confianza en las autoridades políticas, llama a no respetar toques de queda, a no seguir instrucciones, lo que, posteriormente, se va a transformar en un problema de seguridad pública”, añade. 

TELETRABAJO

Con las autoridades en cuarentena, surge la pregunta de si es viable manejar esta crisis desde la casa. Para José Miguel Cabezas es un tema complejo, ya que “nosotros que estamos en un ambiente académico tenemos el privilegio de que muchas de nuestras actividades pueden ser reemplazadas por esta modalidad”.

Pero, “la cadena de producción general, de transporte, de bienes materiales, etcétera, no se puede producir por teletrabajo. Muy probablemente la administración política, desde el punto de vista de la señal política, tampoco pueda hacerse desde el teletrabajo”.

“Si la población en general percibe que toda la administración pública, política, y divisiones de salud pública, están siendo tomadas, por así decirlo, entre cuatro paredes, y sin tener real conciencia, sin conocer realmente lo que está sucediendo en los consultorios, nos vamos a enfrentar a una situación bastante compleja, donde la autoridad y la legitimidad de la autoridad política va a ser altamente cuestionada”, explica. 

—¿Hubo improvisación de parte del Gobierno?

—La exministra de Salud, Helia Molina, dijo algo bastante duro y certero: “Es fácil recomendar cómo se deberían hacer las cosas no siendo la autoridad”. Ahora, habiendo dicho eso, creo que efectivamente los resultados o los hechos han demostrado que no se le ha tomado el real peso a la situación que estamos viviendo. Que autoridades de salud no hayan cumplido con los protocolos necesarios cuando todos nosotros suponemos que son los expertos en el tema, da cuenta de una desprolijidad y de una falta de preparación bastante mayor y eso no debería ocurrir. En la medida que se repita va a generar problemas de movilización social cada vez mayores.