Expertos llaman a la prevención ante primer caso humano de hongo brasileño en Chile

Este patógeno afecta mayoritariamente a gatos, quienes a su vez pueden transmitirlo a personas y a otros animales. La recomendación es mantener a las mascotas en condiciones indoor, es decir, dentro de las casas, para evitar el contagio de esta enfermedad que hoy tiene baja prevalencia en el país y que, per se, no sería motivo de eutanasia o abandono.


Esta semana se confirmó el primer caso en Chile de una persona contagiada con Sporothrix brasilensis, hongo de origen brasileño que afecta principalmente a gatos. Se trata de una mujer de 59 años, residente de la comuna de Concón en Valparaíso, que se encuentra en buenas condiciones tras recibir tratamiento.

La afectada contrajo la enfermedad a través de su mascota, un gato doméstico que días después de ser sometido a control veterinario debió ser sacrificado por las complicaciones que presentó a causa de esta infección, la cual habría adquirido tras entrar en contacto con otros felinos de su barrio.

Este primer caso de esporotricosis humana por Sporothrix brasiliensis ha generado alarma en la población, sin embargo, dada su baja prevalencia en el país y a la posibilidad de un correcto diagnóstico y tratamiento, el llamado es a la calma, apuntando siempre a reforzar las medidas de prevención.

Presencia nacional y origen

Según explica el académico de la carrera de Tecnología Médica de la Universidad Mayor sede Temuco y doctor en Microbiología, Luis Zaror, “el Sporothrix brasiliensis pudo haber llegado al país vía internación de mascotas, gatos, portadoras del hongo, que lo transmitieron a otros felinos domésticos”.  

A la fecha, se han confirmado 11 casos (10 gatos y 1 perro) en Chile, a los que se suman otros 15 sospechosos provenientes de las regiones Metropolitana y de Magallanes, que esperan ser identificados como S. brasiliensis. En su país de origen, agrega el especialista en micología, estos han aumentado exponencialmente, por lo que hoy se considera una zoonosis.

Al respecto, la directora de Medicina Veterinaria de la Universidad Mayor sede Temuco, Fernanda Araneda, dice que “esta es una zoonosis que se puede prevenir y tratar, por lo que es importante hacer un llamado a la calma. No es motivo per se para eutanasiar ni abandonar a nuestros gatitos. Solo un llamado a ser aún más responsables en la tenencia de nuestras mascotas”.

¿Afecta solo a los gatos?

La espirotricosis es causada por un hongo del género Sporothrix sp, que puede estar presente naturalmente en el suelo, especialmente en aquellos de clima cálido, afectando a diferentes mamíferos.  En esa línea, S. brasiliensis es el agente etiológico de mayor prevalencia, es decir, se transmite con mayor facilidad.

“Los gatos pueden portarlo en sus garras, transmitiendo por rasguño a otros felinos, perros o humanos. Está demostrado que los gatos con lesiones producidas por este hongo también pueden transmitirlo mediante mordeduras, secreciones nasales, oculares o estornudos”, advierte el Dr. Zaror.

Por algún motivo, complementa la Dra. Araneda, el hongo se ha adaptado a los felinos, provocando una enfermedad diseminada, donde se presentan lesiones de mayor gravedad que en perros y humanos. A su vez, añade, “hay estudios que indican que las ratas también pueden portar el hongo, lo que perpetúa el ciclo en felinos de vida libre que los cazan y que también podría explicar cómo se ha expandido a otros países más fácilmente”.

Síntomas y tratamiento

Este hongo se puede contraer a través del contacto con el suelo por mucosas y lesiones, lo que guardaría relación con los primeros infectados en Brasil: gatos callejeros.

En los gatos se presentan lesiones no dolorosas, ulceraciones y abscesos, ya sea en cabeza, miembros distales o cola. Puede haber letargia y depresión, anorexia y fiebre”, describe el académico de Tecnología Médica, recomendando que en caso de muerte estos no deben ser enterrados. “Se debe incinerar al animal, porque el hongo puede persistir en el suelo”, sostiene el Dr. Zaror.

Por su parte, la directora Araneda, indica que “este hongo se infiltra en las capas superficiales de la piel, colonizando el tejido subcutáneo y provocando heridas. Las lesiones que se producen en el paciente felino ocurren principalmente en el rostro y extremidades. En casos muy particulares o de pacientes inmunodeprimidos, puede afectar el sistema linfático. En humanos también genera lesiones que pueden ser ulcerosas”.

El tratamiento debe ser indicado por el médico veterinario de cabecera, quien además de un antimicótico puede prescribir un antimicrobiano para el tratamiento de infecciones bacterianas secundarias. Por ello es importante que, al existir sospecha de lesiones de esporotricosis o que no cicatrizan, asistan a una clínica veterinaria.

―Dr. Zaror, ¿qué podría pasar si no se recibe tratamiento oportuno?

―La esporotricosis es una micosis primaria a crónica de tejidos cutáneos o subcutáneos y linfáticos adyacentes, caracterizada por lesiones nodulares, que pueden supurar y ulcerarse y persistir por un buen tiempo. Clásicamente hay linfangitis-adenopatía regional-ulceración. La esporotricosis generalizada (sistémica) puede causar problemas respiratorios y pulmonares, osteomielitis, artritis. Ocasionalmente, hay cuadros del sistema nervioso central o tracto genitourinario. Raramente, lleva a la muerte en humanos y si sucede es por sobreinfecciones agregadas.

Tenencia responsable

Si la enfermedad avanza, el tratamiento puede ser largo y costoso, por lo que “recomendamos que el foco siempre esté en la prevención mediante la tenencia responsable”, releva la Dra. Araneda.

Podemos prevenir esta enfermedad mediante una tenencia responsable de los gatos, manteniéndolos en condiciones indoor, limitando el acceso al exterior sin supervisión. Con ello no solo protegemos a los gatos de esta enfermedad, que tiene una baja prevalencia, sino que también de otras más graves y de mayor prevalencia como el virus de la leucemia felina y el de inmunodeficiencia felina, entre otros”, concluye.