EMPRENDIMIENTO//Escuela de Ingeniería Comercial capacitó a 30 emprendedores mapuches de la Feria Pinto

El exitoso programa fue encabezado por el docente Martín Tranamil, que junto al estudiante Horacio Urieta entregaron el conocimiento de base a los emprendedores para comenzar a perfilar sus negocios, ligados en su mayoría a productos del campo. El ciclo finalizó con una ceremonia de entrega de diplomas con la presencia del director de la carrera de Ingeniería Comercial, Felipe Bozzo.

 

Trabajo intensivo de cuatro horas seguidas en clases, todos los miércoles, cumplieron en nuestra universidad entre agosto y octubre de este año 30 emprendedores mapuches que comercializan sus productos en la Feria Aníbal Pinto, en Temuco.

El ciclo de este Programa para el Emprendimiento Mapuche culminó el miércoles pasado (25 de octubre) con la entrega de los respectivos diplomas a los participantes, quienes en su mayoría trabajan comerciando productos como hortalizas, miel, huevos y otros, pero de manera informal.

Martín Tranamil, docente de la carrera de Ingeniería Comercial de la  Universidad Mayor cuenta que este programa nació para entregar herramientas “de capacitación sobre cómo enfrentar la realidad del emprendedor” considerando que “como universidad no podemos entregar recursos (monetarios) pero sí servir de puente”.

Entre las competencias que se buscó que los alumnos lograran desarrollar fue establecer una visión- misión de su negocio, que generen una planificación y que puedan instalar una marca de su producto.

Fue particularmente especial en este programa la cantidad de personas de la tercera edad que acudieron al llamado para capacitarse, algo que sorprendió incluso a la dirigente social Rosa Cumninao. “No pensé que llegaran a entusiasmarse tanto con esto”.

Similar fue la impresión de Martín Tranamil, quien cuenta: “descubrimos muchas personas sobre 50 años que vinieron a todas las clases, estamos hablando de 3 meses intensos de clases en que teníamos 3 a 4 horas de clases, los días miércoles de las 2 a las 5 de la tarde”.

Rosa Cumninao, desde la vereda de los alumnos, revela que la realidad de sus compañeros es la de “producir para traer a la feria, vienen a vender al por mayor y menor su producción del campo, a futuro quieren entregar boleta y tener un espacio más establecido es el sueño de todos, así es que a eso apuntamos ahora”.

La mayoría busca formalizar su negocio, inscribirlo, obtener patente y en este programa aprendieron nociones básicas de la estructura de un negocio y sus trámites, para evitar errores o engaños de terceros.

“Ahora estamos formalizando una asociación indígena para feriantes y pequeños agricultores para que ellos no pasen por esas sictuaciones”. Ese y el poder tener un local como asociación, que los cobije a diario, son sus grandes objetivos, cuenta Rosa.

Tanto Martín Tranamil como el alumno de cuarto año de Ingeniería Comercial Horacio Urieta, los dos docentes de este programa, apuntarán a replicar en 2018 esta iniciativa, pero con clases desde marzo y con novedades respecto de esta primera experiencia.