Gonzalo Verdugo: “El estado originario de la naturaleza y de la cultura son un activo tremendamente importante para el turismo”

Gonzalo Verdugo: “El estado originario de la naturaleza y de la cultura son un activo tremendamente importante para el turismo”

La autoridad universitaria habla sobre los desafíos y oportunidades que tiene el sector en La Araucanía, donde las actividades sostenibles, a través de una economía verde y circular, junto a la restauración de los ecosistemas, serían claves para un futuro prometedor.


Para Gonzalo Verdugo, vicerrector regional de la Universidad Mayor sede Temuco, la naturaleza y la cultura son los mayores tesoros que tiene la Región de La Araucanía, ya que, a través de ellos, la industria del turismo podría sumar relevancia y protagonismo respecto de la actividad económica en la Macrozona Sur.  

“La actividad turística debe desarrollarse en torno a las tres dimensiones de la sostenibilidad, que son medio ambiente, mundo social y desarrollo económico, todo en un equilibrio que permita que este territorio se convierta en una zona de interés y de destino a nivel mundial para el turismo ecológico”, dice. 

En ese ámbito la Universidad Mayor, además de contar con la carrera de Turismo Sustentable, se encuentra trabajando, junto a las municipalidades de Lonquimay, Curacautín, Melipeuco y Vilcún, en el Geoparque Kütralkura, y con comunidades lafquenche en Monkul, Lago Budi y Queule.

–¿Cuáles son los desafíos que enfrenta La Araucanía en materia de turismo?

–Creo que, dentro de los desafíos que tiene la Región para el desarrollo del turismo, está la generación de un capital cultural que permita desarrollar experiencias de turismo orientadas hacia la sostenibilidad y también hacia la valoración del patrimonio natural y cultural que tiene La Araucanía. Asimismo, en esos desafíos está el poder desarrollar una industria que mantenga los equilibrios del medio ambiente y que realice esta actividad, a través de una economía sustentable que beneficie a los habitantes de los territorios y que, a su vez, restaure los ecosistemas dañados en el tiempo, pensando en su preservación y aseguramiento para las futuras generaciones.

–En ese sentido, ¿cómo ve las acciones que se están realizando en el Geoparque Kütralkura?

–Creo que, justamente, el trabajo que está haciendo la Universidad Mayor, junto a cuatro municipalidades del sector cordillerano de La Araucanía, está orientado hacia un turismo de intereses especiales, que es sustentable y que se basa en geoturismo y desarrollo sostenible. Este geoparque, que cuenta con una denominación mundial por la Unesco, ya es reconocido como un espacio de educación, de conservación, de desarrollo de actividades y experiencias de turismo de valor patrimonial, natural y cultural.

–¿Qué nos puede contar sobre las líneas de trabajo que tiene la Universidad Mayor en turismo? 

–La Universidad Mayor y la carrera de Turismo Sustentable han planteado la necesidad de formar un nuevo profesional para el futuro del turismo ecológico y cultural de la Macrozona Sur. Estos profesionales van a tener competencias basadas en la gestión y diseño de nuevas experiencias y destinos de turismo de intereses especiales, principalmente orientados hacia el patrimonio natural y cultural y, también, bajo la mirada de actividades sostenibles con economía circular, verde y ecológica, e incorporando un nuevo concepto que tiene que ver con el turismo regenerativo, que plantea los desafíos de restaurar y mejorar los ecosistemas que se han visto afectados por la actividad antrópica.  

–¿Cómo se proyecta el futuro para el sector turismo? ¿Hacia dónde debería avanzar?

–La actividad del turismo en Chile tiene una gran proyección, asociada al turismo de naturaleza e intercultural, y al descanso y a la sanación de las personas, a partir de su relación con espacios naturales originarios o vírgenes, y como nuestro territorio tiene esa característica, ofrece esta oportunidad que ya está instalada, pero que necesita ser muy bien articulada en su operación para no cometer errores de otro tipo de industrias, donde se ha terminado castigando o deprimiendo el activo más importante que es el ecosistema, el medio ambiente y la cultura originaria, que son los principales activos de una industria sin chimenea, que tiene que beneficiar a las comunidades residentes y que, además, debe buscar restaurar y preservar estos atributos o tesoros que son fundamentales para las futuras generaciones de nuestro país.