MEDICINA// Académicos de la U. Mayor estudiaron la relación entre estrés y deportes de resistencia

Un trabajo de dos años –sumados a otras iniciativas previas- les tomó esta investigación al médico Jorge Sanhueza y al kinesiólogo Carlos Bahamondes, ambos docentes de esta universidad, para concluir que la ansiedad y la tensión, incluidos trastornos relacionados, complican el rendimiento competitivo de los deportistas que los sufren.

El auge del running y otros deportes de resistencia puede generar un inusitado aumento en la tensión en quienes  sufren estrés o trastornos de ansiedad. Una investigación de docentes de la U. Mayor estudió el tema durante los últimos dos años y recomiendan cómo evitar que la práctica sea un calvario.

El deporte suele estar asociado a salud, bienestar y la liberación de las tensiones. Hoy por hoy, cientos de personas han optado por deportes de resistencia como el running en distintas distancias y se han animado a entrar al deporte competitivo. Los más avezados se han atrevido con el trail.

Sin embargo, hay quienes están sumando estrés a sus vidas –a veces sin haberlo asumido- practicando estos deportes de largo aliento y de resistencia física. Así lo plantea el trabajo investigativo realizado por los docentes de la Universidad Mayor Jorge Sanhueza (médico, Doctor en Ciencias mención Biología Celular y Molecular Aplicada), Carlos Bahamondes (kinesiólogo) y otros dos profesionales de la UFRO y la U.Lagos, recientemente publicada en la "Revista Española de Nutrición Humana y Dietética”.

La investigación se denomina “Características Antropométricas de Triatletas amateur Chilenos: Un estudio piloto” arroja que “las personas que tienen trastornos de la conducta asociados al estrés presentan un menor rendimiento deportivo en general y eso lo podemos comprobar con la búsqueda de marcadores biológicos de estrés en genes y la medición de hormonas como el cortisol”, explica Jorge Sanhueza.

La labor Sanhueza ha rendido más frutos, ya que recientemente se aprobó la inclusión de parte de su trabajo  -el capítulo "Biology of stress and physical exercise”- en el libro  Sport and Exercise Science.

Evaluaciones

En términos simples, quienes padecen trastornos de ansiedad, depresión y similares ven afectado su rendimiento, tanto quienes son competidores de alto rendimiento como los aficionados.

En estudios sucesivos, Jorge Sanhueza indica que su equipo estudió 192 triatletas que en 2015 participaron en el Iron Man de Pucón (para esta última investigación) y 57 maratonistas, evaluados físicamente, a nivel psiquiátrico y con muestras de sangre.

“Varios de los que en los chequeos de evaluación de consumo de oxígeno y que en los exámenes dieron un muy buen resultado, a la hora del desempeño en la competencia eran superados y justamente presentaban estrés”.

La pregunta es cómo se manifiesta. “El estrés debilita las funciones motoras y acentúa las situaciones, tiene muchos altos y bajos, tiene que superar muchas situaciones de crisis – cansancio, fatiga- . La capacidad de reponerse a esas situaciones tiene que ser óptima”, responde.

Lo mismo corre para el deportista aficionado, ya sea a correr, jugar tenis, etc. El largo aliento, para quienes sufren trastornos de ansiedad y estrés, se torna un peso extra porque tienen “a tener una mayor autoexigencia. Se terminan sobrecargando de responsabilidades, se suman a las familiares, del trabajo y otras”.

La recomendación es hacer trote no competitivo, “no más de 5 kilómetros” y buscar deportes colectivos en que la persona realmente sienta que se está recreando, que a la larga, es justamente lo que lo alejará del estrés.