Plantas de exterior: conoce los beneficios de contar con infraestructura verde en terrazas

Estos corredores biológicos brindan espacios seguros para aves e insectos que buscan resguardarse de las olas de calor durante el verano. Asimismo, entregan bienestar a las personas que deciden cultivar hierbas, frutas o verduras. Las recomendaciones son determinar el espacio que ocupará el huerto o jardín, el requerimiento hídrico de lo que se sembrará y la experiencia.


“Lo primero es observar el espacio con el que contamos y cuánto queremos ocupar”, dice Érika Álvarez, directora del Centro Tecnológico Territorio Mayor de la sede Temuco, sobre las terrazas de edificios y los huertos o jardines en altura que se pueden instalar en ellas.   

Si el espacio no es muy grande, se pueden utilizar las barandas para colgar jardineras o bien, si los metros cuadrados lo permiten, usar estructuras ancladas al suelo. Lo importante, dice la especialista, es hacerlo hacia adentro de la terraza, para evitar accidentes, como caídas de macetas.

“Debemos pensar que somos un país sísmico, entonces no podemos colgar elementos como jardineras hacia afuera. Esto también evita que al regar caigan gotas con agua y tierra o desechos a personas o a otras terrazas. Los edificios son comunidad y la comunidad tiene que pensar en el bienestar de todos”, asegura.

Otro elemento a tener en cuenta, es cuán buenos somos para las plantas. Quienes no lo son, pueden comenzar con suculentas, cactus, cintas o malamadre o frutillas, que requieren poca mantención o que tienen alta tolerancia a “no ser bien cuidadas”.

“Cuando uno comienza un proyecto siempre se hace expectativas y hoy, después de tanto tiempo en pandemia, somos más sensibles al fracaso, entonces si uno instala una jardinera y las plantas se mueren, te afecta y ya no lo querrás volver a hacer, entonces es importante que si no tenemos tanta experiencia partamos por cosas más simples y en la medida que vayamos aprendiendo a cuidar especies demos el siguiente paso”, recomienda la directora Álvarez.

Corredores biológicos

Quienes deseen dar un paso más allá, pueden comenzar con plantas que generen flores. “Generalmente en los balcones hay menos circulación y esto puede atraer plagas, pero si usas lavanda, menta, hierba buena, llantén, orégano o romero, el propio olor de estas evita que lleguen insectos que puedan afectarlas, así no contaminamos y los aromas nos ayudan a la memoria y a estar contentos. Hoy una de las grandes prácticas que hay es volver a lo natural”, sostiene.

Las hierbas en general resisten todo el año y una recomendación, añade la académica, es que, si con las semillas aparece alguna maleza, como un diente de león, no hay que arrancarla, porque atrae a muchos polinizadores.

“La infraestructura verde que observamos en áreas verdes o patios genera corredores biológicos que ayudan al flujo del viento, a regular la temperatura y generan hogares para aves o insectos, y los balcones juegan el mismo rol, ya que también permiten generar una infraestructura verde continua en altura, que en el caso de aves e insectos es muy bien recibida para resguardarse, más cuando en las áreas bajas, en plena ciudad, hay pavimento y las olas de calor son más intensas, entonces ellos se refugian en lugares más altos. Estos oasis verdes les permiten una mejor circulación y pueden ir pasando de balcón en balcón en época de mayor temperatura”, explica.

Y una última recomendación es contemplar el riego, ya que “hoy estamos con problemas de agua, que, aunque ha llovido más, no es suficiente para nuestra sequía, entonces es importante saber cuánta demanda de agua tienen las plantas que elijamos, y cómo va a ser el riego”, concluye la experta.