Especialista aborda el rol del fonoaudiólogo en terapias con personas con demencia

Según explica Zarhi Marín, académica de la Universidad Mayor sede Temuco, la intervención tiene diversas aristas, tanto con los usuarios como con sus familias. Una de ellas es favorecer una deglución segura, para evitar el riesgo de neumonía aspirativa, y otra es entregar herramientas para facilitar los procesos de comunicación.


Los últimos estudios sociodemográficos indican que en Chile existe la misma cantidad de personas mayores y de menores de 15 años, contexto que, según explica la académica de Fonoaudiología de la Universidad Mayor sede Temuco, Zarhi Marín, favorecería la prevalencia de demencias.

En esa línea, la profesional aborda el rol del fonoaudiólogo en las terapias con personas con demencia, precisando que la intervención tiene diversas aristas. “Primero buscamos favorecer una deglución segura reduciendo el riesgo de neumonía aspirativa”, dice.

“Esta es una enfermedad que va avanzando. Entonces hay que hacer controles y mantener ciertas habilidades, para que las puedan preservar por más tiempo”, agrega la especialista.

También, está la intervención para mantener aspectos cognitivo-comunicativas de las personas con demencia, donde se le entregan estrategias a las familias para favorecer la comunicación.

“Como es una patología neurodegenerativa, donde la persona va perdiendo sus habilidades a medida que va avanzando la enfermedad, hay que favorecer la adaptación de la familia y la comprensión respecto al nuevo funcionamiento que va teniendo la persona con demencia”, detalla la académica.

–¿Por qué debemos favorecer la inclusión de las personas con demencia y de qué manera?

–La inclusión, primero, debe ser a nivel familiar y luego, como sociedad, debemos estar más preparados para insertarlos en ambientes seguros, para que se puedan desenvolver. Por ejemplo, se podrían adecuar lugares donde tienen que ir a hacer trámites, con simbología pertinente para la orientación espacial, para que puedan realizar sus diligencias, especialmente, para personas con demencia no tan avanzada. Asimismo, podemos entregarles más herramientas y un adecuado respaldo a sus cuidadores, sobre todo en etapas más avanzadas. Todavía nos faltan varias cosas que hacer, porque si bien hemos avanzado en intervenciones en salud, todavía nos queda el aspecto más social. Hoy, con el Plan Nacional de Demencia, se está favoreciendo la intervención en atención primaria. Entonces, se debe fortalecer y capacitar a esos equipos, para que puedan hacer derivaciones lo más temprana posible a equipos especializados.