Investigadora del Centro GEMA se convirtió en una de las nuevas Nat Geo Explorers

Catherine Gérikas Ribeiro fue seleccionada por la National Geographic Society para estudiar la diversidad de microorganismos polares, fomentando así la conciencia y conservación de estos ecosistemas hoy en grave riesgo de degradación. En el proyecto además participará la vicerrectora de Investigación, Dra. Nicole Trefault.


A lo largo de su carrera, la oceanógrafa brasileña Catherine Gérikas Ribeiro, investigadora del Centro Genómica, Ecología y Medio Ambiente – GEMA de la U. Mayor, ha estado fascinada por el rol de los microorganismos como los grandes pilares de la vida en nuestro planeta.

Ahora, National Geographic Society, una de las organizaciones internacionales más grandes del mundo sobre educación y ciencia, quiere apoyar su investigación en biogeografía polar.

“Hace mucho tiempo conduje un estudio que planteaba la presencia de organismos bipolares, es decir, que estaban tanto en el Ártico como la Antártica, pero muchas veces la morfología y la secuenciación de genes marcadores de lectura corta no son tan resolutivas como para saber si estos organismos que pensábamos existían en ambos polos realmente lo hacen o si hay alguna divergencia genética entre ellos”, explica la Dra. Gérikas.

Esta vez la científica tiene un nuevo proyecto llamado PolarLINK, que con el apoyo de la National Geographic Society usará las nuevas técnicas moleculares de secuenciación de lectura larga, para revelar con exactitud las conexiones de un importante tipo de microorganismo: el fitoplancton del Ártico y la Antártica.

Foto: Campaña Antártica. Crédito: Dra. Catherine Gérikas Ribeiro.

El fitoplancton se encuentra en la base de la cadena alimentaria de los ecosistemas acuáticos y “a pesar de su importancia y vulnerabilidad, el conocimiento sobre la diversidad del fitoplancton polar es aún escasa, especialmente en la Antártica”, indicó la científica.

“Si logramos ver que hay algunos organismos que están presentes tanto en el Ártico como en la Antártica tendremos una indicación de cuan reciente fue este intercambio entre las poblaciones de cada polo, y consecuentemente de la resiliencia de este grupo de microorganismos”, agregó la Dra. Gérikas.

Estudios recientes indican que la diversidad de los fitoplancton de Antártica está muy ligada a la presencia del hielo marino. Así, la Dra. Gérikas detalló, “el hielo es un indicador de una mayor diversidad de fitoplacton y como está ocurriendo una disminución muy grande de este hielo podemos estar incluso frente a una extinción en masa de la cual ni siquiera sabemos, porque aún no tenemos completa conciencia de cual es la real diversidad de estos ambientes”.

El equipo encargado de llevar adelante el proyecto está compuesto además por la Dra. Nicole Trefault, investigadora de GEMA con amplia experiencia en expediciones Antárticas y por el Dr. Daniel Vaulot, investigador senior del CNRS de Francia, experto en el estudio del fitoplancton marino usando tecnologías de secuenciación de alto rendimiento.

Los principales aportes del estudio serán entregar una perspectiva sin precedentes de la diversidad polar que sirva de línea de base para monitorear el Ártico y la Antártica; y determinar los grados de bipolaridad entre los distintos grupos de fitoplancton.

 

Foto: Muestreo de microorganismos en la Antártica. Crédito: Dra. Catherine Gérikas Ribeiro.

Conexión con Nat Geo

Desde su creación hace 135 años, National Geographic Society respalda el trabajo de miles de personas que desarrollan proyectos científicos, de conservación, narrativa, educación y tecnología, quienes conforman una comunidad de National Geographic Explorers.

“Creo que la conexión con Nat Geo va a generar muchas oportunidades para ampliar el alcance de los estudios que estamos haciendo con los organismos polares”, comentó la Dra.  Gérikas, quien añadió que “la ciencia polar es muy desafiante, entonces las colaboraciones nacionales e internacionales son de extrema importancia”.

La científica, destacó además que el proyecto permitirá ir “un paso más allá del dato científico, y tomar un rumbo más preciso dentro de la conservación de los ambientes polares que están corriendo un riesgo inminente de degradación. Hay una urgencia muy grande para comprender estos ambientes, e intentar armar una estrategia de conservación para que esta diversidad no se pierda tan rápidamente”, finalizó diciendo.