Estudio mostró cómo las fiestas de oficina son clave en el éxito laboral de los chilenos

Con mayores libertades para festejar estas fiestas patrias, muchas empresas organizarán celebraciones para sus trabajadores. Un estudio dirigido por Claudia Mora, investigadora del Centro Sociedad Tecnológica y Futuro Humano de la U. Mayor, demostró que participar en estas celebraciones puede marcar la diferencia para ciertos grupos de trabajadores.


 

¿Qué viene a tu mente cuando piensas en una fiesta de oficina? ¿La sensación de que nunca acabará, miradas incesantes del reloj, conversaciones incómodas o la oportunidad de disfrutar un buen momento, comer, beber y socializar a cuenta de la empresa? La mayoría de los trabajadores ha estado en esa situación alguna vez, pero no todos saben hasta qué punto socializar con sus colegas en los festejos de la empresa puede afectar sus carreras.

Un estudio dirigido por Claudia Mora, investigadora del Centro Sociedad Tecnológica y Futuro Humano de la U. Mayor, reveló que las posibilidades de alcanzar el éxito en el mercado laboral chileno están ligadas al capital social que los trabajadores, en particular los de grupos sociales excluidos, puedan generar participando en celebraciones organizadas por sus empleadores, ya que les permiten crear vínculos y redes con quienes manejan recursos dentro de la organización.

“La sociedad chilena es tremendamente desigual y una de las instituciones donde supuestamente funciona la meritocracia y se promueve la movilidad social de las personas es el mercado laboral”, dice Claudia Mora, Doctora en Sociología de la Universidad de Northeastern (EE.UU). 

Según la investigadora, existe abundante evidencia que el mercado laboral chileno tiende a reproducir la desigualdad, entre otras razones, porque el acceso a las oportunidades se distribuye a través de redes de contacto, en simple: los “pitutos”.

Una de las consecuencias de este fenómeno es que las oportunidades suelen concentrarse en ciertos grupos, por eso “es importante evidenciar el mercado del trabajo y su forma de operar, cómo se generan y reproducen estas redes, y un lugar importante donde ello ocurre es en los espacios informales de recreación”, agrega la investigadora. 

Derribando barreras

La investigación señala que el capital social, entendido como las redes de relaciones que permiten acceder a recursos, por ejemplo información, alianzas y contactos que condicionan las posibilidades de los trabajadores a progresar en sus carreras, tiende a vincular a personas socialmente similares que comparten ya sea el mismo estatus, posición socioeconómica o género.

Los autores del estudio observaron a través de su análisis que participar en espacios de festejo en la oficina, en particular aquellos organizados por el empleador, permitirían derribar barreras que pueden influir negativamente en sus oportunidades laborales.

Al respecto, Claudia Mora señala: “Las redes en el trabajo, en particular las informales (de amigos y cercanos), tienden a concentrar las ventajas que derivan de los contactos; mientras que las redes que se pueden forjar en eventos que organiza el empleador, y que reúnen a los equipos independiente de su posición social y género, abren oportunidades para establecer contactos valiosos”. 

A la luz de los resultados, la investigadora plantea que “la marginación de estos espacios de camaradería, tanto informales como formales, limita las proyecciones laborales de los trabajadores, al restringir el acceso al capital social que derivan de estas redes”.

La nueva evidencia que aporta el estudio sobre cómo se reproduce la desigualdad social en Chile cumple además con “iluminar aquellos espacios sociales que requieren de un cambio cultural o de la intervención de políticas públicas que vayan afirmando una transformación”, concluye Claudia Mora.

Los resultados de la investigación están publicados en el artículo Building Interpersonal Bonds and Networks at Work: Recreational Spaces and Class and Gender Membership de la revista Bulletin of Latin American Research.