Científicos realizan sorprendente hallazgo sobre la flora de las islas oceánicas

El trabajo realizado en la isla de Tenerife (España) reveló que la vida vegetal en las islas tiene funciones similares a las plantas del continente, lo que contribuye a entender los procesos evolutivos que generaron la biodiversidad. El estudio, que contó con la participación del académico de la U. Mayor, Dylan Craven, fue publicado en Nature.


Por siglos, las islas oceánicas han servido como laboratorios naturales para el estudio de la biodiversidad, al permitir importantes descubrimientos que, como la teoría de la evolución de Darwin, nacieron del estudio de especies en islas y su relación con el medio ambiente.

Ahora, un equipo científico internacional liderado por la University of Göttingen de Alemania, realizó un sorprendente hallazgo enfocado en el estudio de las plantas de Tenerife en las Islas Canarias, España, el cual fue publicado recientemente en la revista Nature.

Los investigadores encontraron que a pesar de que la vida vegetal de la isla muestra una notable diversidad de formas, su funcionalidad casi no se diferencia con respecto a la de la flora del continente.

“Al inicio de nuestra investigación, asumimos que las plantas insulares mostrarían diferencias fundamentales y se caracterizarían por una muy limitada diversidad funcional debido a su aislamiento geográfico”, explica Martha Barajas, autora principal del estudio, cuyos resultados forman parte de su tesis de doctorado, bajo la supervisión de los académicos Holger Kreft, de la University Göttingen, y Dylan Craven, profesor asociado del Centro de Modelación y Monitoreo de Ecosistemas (CEM) de la U. Mayor.

Foto:  Martha Barajas.

Contrario a todas las expectativas, el estudio mostró por primera vez, que “grupos de especies que evolucionaron en las Islas Canarias no contribuyen a una mayor amplitud de características diferentes, lo que significa que no están asociados a una mayor diversidad funcional”, explica el Dr. Kreft.

El Dr. Craven agrega que al revelar que las plantas insulares se adaptan de la misma forma a condiciones climáticas que las continentales, el estudio resalta la importancia de las islas para entender los procesos evolutivos que generaron la biodiversidad.

Anteriormente, estudios que comparaban las especies de islas habían mostrado que se diferenciaban significativamente de sus contrapartes continentales. Un ejemplo frecuente es el de la Tortura Gigante de las Galápagos, una especie que está exclusivamente en este territorio insular y que, resultado de su adaptación a las condiciones ambientales en que se encuentra, es mucho más grande que las tortugas que viven en el continente.

Vulnerables al cambio climático

Para realizar el estudio, el equipo recolectó datos en más de 500 sitios distribuidos en toda la isla. Los científicos catastraron 348 especies autóctonas, que representan cerca del 80% de las semillas de plantas nativas de Tenerife, registrando varias de sus características para luego comparar sus datos con aquellos de más de 2 mil especies de plantas que se encuentran en el continente.

Las plantas además se compararon con otras documentadas en Asia, África, Europa y las Américas, y cuyos datos están reunidos en el repositorio de libre acceso TRY.

Los resultados, indica el Dr. Craven, destacan las características únicas de los bosques de alta montaña en Tenerife ('laurisilva'), los cuales “podrían ser muy vulnerables al cambio climático porque sus especies no cuentan con las adaptaciones necesarias para tolerar un clima más seco.”

Foto: Bugloss de Wildpret (Echium wildpretii). Crédito: José María Fernández-Palacios.

Aunque Chile no formó parte del análisis de este estudio, ya que según señala el Dr. Craven no existen a la fecha registros de los rasgos funcionales de las plantas insulares del país y no se tienen suficientes datos de este tipo para las plantas continentales, el académico cree que es posible trasladar los hallazgos del estudio de Tenerife al caso chileno.

El ecólogo sostiene que podría pensarse que en Chile ocurriría un caso parecido en el Parque Nacional Bosque Fray Jorge, en Ovalle, Región de Coquimbo, donde se establecieron parches de bosque valdiviano en un ambiente donde solo han podido sobrevivir por la neblina costera. Las especies en este lugar, “probablemente presentan características asociadas con climas más favorables, como hojas grandes y delgadadas, y que no podrían sobrevivir si las condiciones especiales del lugar cambiasen”.

Para ayudar a mejorar el conocimiento de la vegetación en Chile, el Dr. Craven y su equipo de investigación han recolectado los datos de 660 especies leñosas en el país que serán prontamente publicados para su libre acceso.

Un conocimiento más detallado de cómo se adaptan y sobreviven las plantas es importante para “proyectar qué tipo de especies es más vulnerable al cambio climático, y sus consecuencias potenciales para la biodiversidad y las funciones ecosistémicas que dependen de la biodiversidad”, concluye.