La manifestación de la violencia

Columna publicada por El Austral de La Araucanía el 19 de abril de 2022.


Con preocupación hemos visto cómo durante estos últimos días proliferan lamentables hechos noticiosos que involucran a estudiantes y otros actores educativos, en acciones de violencia al interior de escuelas y colegios de nuestro país. Estas manifestaciones conductuales venían apareciendo hace algún tiempo, asociadas a un cambio en las dinámicas de los colegios, pero también a estilos personales y familiares muchos más vinculados al inmediatismo en donde se apreciaban interacciones impulsivas no planeadas.

La nueva sociedad aspira a obtener soluciones más rápidas frente a los problemas cotidianos y satisfacer necesidades e impulsos con premura, dejando como costumbre menos usada la paciencia y la obtención progresiva o pausada de logros intermedios; pareciera que en la lógica de expresar o buscar lo que se necesita, no estuviera la esfera del otro, que puede ser atropellado o vulnerado por un centramiento en un interés más particular e individualista.

Sin duda, la pandemia no ha ayudado para nada en este tema, y muy por el contrario, congeló las interacciones sociales provocando un paréntesis de individualismo e introversión, que ha impedido el sano ejercicio de la socialización infantil y adolescente, que se ejecuta en el acuerdo social que busca un objetivo colectivo, y que se entrena en la conversación cotidiana y permanente. La pandemia nos trajo pantallas negras y desconexión, con bajos niveles de implicación y alta desidia, que no facilitan la comprensión empática de lo que ocurre con el otro y expresa libremente acciones no planeadas que podrían resultar impulsivas y con manifestaciones de violencia.

La responsabilidad es de todos y el desafío es cómo, a través de la interacción familiar, apoyamos la sana convivencia con otros, el respeto a pensar distinto, la resolución pacífica de conflictos y la disposición al diálogo, y que en el colegio trabajemos desde un paradigma de flexibilidad, acciones y actividades que faciliten el conocimiento de los otros, integrando acciones recreativas y de esparcimiento, bajando los altos niveles de presión que se han instalado en el retorno presencial y que agregan una variable que influye de forma gravitante en la reacción impulsiva que hemos apreciado durante el último tiempo.

Alexis Soto
Director de la carrera de Psicología
Universidad Mayor sede Temuco