AUTOCUIDADO//Personas mayores y coronavirus: ¿cómo evitar efectos adversos en su salud física y emocional?

Alexis Soto, director regional de Psicología, y Carla Vizcaya, docente de Terapia Ocupacional, coinciden en que incentivar el uso de herramientas tecnológicas para mantener contacto con familiares y amigos, además de continuar con las rutinas en el hogar, serían fundamentales para enfrentar esta crisis.  

Con coronavirus o sin este, las personas mayores en Chile no son asunto de primera línea en la elaboración de políticas públicas. Es por esto que, en medio de una crisis sanitaria que ha modificado sus rutinas y que ha complejizado su realidad, urge atender sus necesidades para no seguir afectando su bienestar físico y psicológico.

Según explica el director regional de Psicología de la Universidad Mayor, Alexis Soto, los adultos mayores son seres sociables que intentan mantener vínculos con vecinos, dependientes de negocios locales, ejecutivos de oficinas u otras personas. “Son en estos espacios de interacción fortuita en donde obtienen energía y vitalidad”, agrega.

Hoy, como resultado de la emergencia sanitaria, se ven condenados a la interacción telefónica que los familiares determinen, lo que les quita el protagonismo y los sitúa en un rol pasivo, inhibiéndose a la hora de iniciar conversaciones y esperando a que otro sea el que los contacte con el fin de “no molestar”.

Vulnerabilidad

Ser estimados como población de riesgo, lo que implica una mayor probabilidad de perder la vida, aumenta su sensación de vulnerabilidad. Tampoco ayudan los medios de comunicación que —en palabras del psicólogo— se presentan como una suerte de contador de fallecimientos.

“Escuchar testimonios de familias que han perdido a sus seres queridos en la más absoluta indefensión, soledad y olvido, resulta desconcertante para ellos y genera temores y miedos que alteran el estado de tranquilidad que deberían tener en este tiempo”, precisa el director de carrera.

Salud emocional

Antes de entregar recomendaciones para evitar los efectos adversos de esta emergencia sanitaria en las personas mayores, el académico aclara que “es complejo sugerir cuando no siempre existen recursos y redes disponibles que puedan apoyar estos procesos”. Aun así, lo ideal sería:

-Disminuir el consumo de información de noticiarios, pues estos se orientan a seducir a la población más resistente a las medidas restrictivas con estrategias agresivas que calan fuerte en el adulto mayor.

-Intentar mantener ciclos permanentes de llamados y contactos con familiares que les den tranquilidad. Los niños y los adultos mayores son quienes más necesitan de un acompañamiento permanente.

-Establecer actividades y rutinas que los mantengan activos, como ordenar la leña, trasplantar flores, ordenar el clóset, leer en caso de ser posible o escuchar música. La idea es tener actividades diarias que no solo les den una ocupación, sino que les demande un esfuerzo cognitivo, de planificación y ejecución.

-Expresar sus necesidades sin temor a molestar, los hijos y nietos son una red que debe estar activa para escuchar y apoyar en la medida de lo posible.

Actividades de la Vida Diaria

“Es importante no dejar de realizar nuestras Actividades de la Vida Diaria (AVD), como bañarse, comer, vestirnos y hacer las tareas del hogar, no solo por la implicancia doméstica que estas tienen, sino porque nos permiten mantener nuestras habilidades y destrezas activas a través del tiempo”, indica Carla Vizcaya.

La docente de la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad Mayor sede Temuco, dice que “las Actividades de la Vida Diaria nos mantienen conectados con nuestras rutinas, con nuestra mente y cuerpo activo, con lo que también nos mantenemos autónomos e independientes”.  

El cocinar una receta simple —añade la experta— nos hace mantener muchas funciones activas, como la memoria, la atención y concentración, y la movilidad del cuerpo. Y, además, si lo hacemos con algún miembro de la familia, también fomentamos el lenguaje, el vínculo y la participación.

Asimismo, recomienda mantener la mente activa con actividades simples como la lectura (idealmente de un libro), la resolución de sopas de letra y puzzles o juegos familiares como cartas, dominó, ajedrez o naipes, que además fomentan la participación social y el ocio.

Herramientas tecnológicas

Es importante incentivar y enseñar a las personas mayores a utilizar las nuevas herramientas tecnológicas disponibles, como celulares o computadores, para que puedan realizar videollamadas con amigos y familiares, y también hacer uso de redes sociales como herramienta de comunicación permanente con sus contactos.

Por otro lado, es importante mantener o realizar actividades que favorezcan la salud, como tomarse los medicamentos en las dosis y horarios indicados, tener una alimentación equilibrada y realizar ejercicio físico liviano. Por lo general, señala la docente, a las personas mayores se les recomienda realizar “gimnasia segmentaria”.

“Este ejercicio lo pueden comenzar haciendo sentados en una silla, movilizando las extremidades por cada articulación en diferentes series, según su tolerancia”, complementa la profesional.