Escuela de Arquitectura reunió a 400 estudiantes en la versión XXVII de su Concurso anual

Durante dos semanas, 28 equipos de alumnos de primero a cuarto año crearon propuestas para construir un pabellón temporal en el parque San Borja, que a su vez será sede de la Bienal de Arquitectura y Urbanismo que se realizará desde el 25 de septiembre en distintos puntos de la capital.


 

“Este año fue extraordinario. Nunca me había tocado ver una versión tan interesante, con diversos proyectos”. Así definió Gabriela de la Piedra, directora de la Escuela de Arquitectura, el desarrollo de la 27ª versión del Concurso interno, que reunió a más de 400 estudiantes, organizados en 28 grupos de trabajo bajo la guía de profesores.

¿La misión? Proponer un pabellón de madera temporal para el parque San Borja de Santiago, que será una de las sedes de la XXIII Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile, que se realizará del 25 de septiembre al 5 de octubre en la capital. La obra debía ser de una escala acotada y estar pensada para albergar diversos usos, como conversatorios, lanzamientos de libros y exposiciones de proyectos.

Durante dos semanas, estudiantes de primero a cuarto año definieron y concretaron sus ideas. Estas fueron evaluadas por un jurado compuesto por los académicos Tomás Villalón y Guillermo Hevia García e invitados externos, quienes eligieron como proyecto ganador a “Un espacio para el descanso”, que será construido en el parque en las próximas semanas.

Largas jornadas

El grupo que obtuvo el primer lugar está integrado por Alexandra Correa, Maximiliano Cruces, Gaspar Díaz, Chris Godoy, Pía Macheo, César Araya, Daniela Olivares, Macarena Ibáñez, María Ramírez, Sofía Vásquez, Karla Ortega, Francisca Valenzuela, Martín Valenzuela, Camila Retamales, Judith León, Sugeyns Pérez y Catalina Madrid. Esta última, que es estudiante de segundo año, expresó su satisfacción y dijo: “No lo esperábamos, porque nos demoramos en definir el diseño, pero finalmente ganamos y estamos muy contentos. Nuestro profesor guía nos pidió que el proyecto fuera un espacio habitable y que algo sucediera tanto dentro como fuera para que funcionara con el entorno”.

A su vez, Robert Grandez, alumno de cuarto año que formó parte del equipo que obtuvo el segundo lugar, comentó: “Fueron dos semanas trabajando de 9 de la mañana a 10 de la noche, así que estamos muy felices. Presentamos una pasarela transitable con láminas cerradas por donde entra la luz, lo que hace que se sienta como si estuvieras en otro mundo”.

Trabajando unidos

El Concurso de la Escuela de Arquitectura nació en 2002 con el objetivo de generar un mayor sentido de comunidad y lograr una conexión entre todos los estudiantes, de primero a quinto año, para que pudieran trabajar en conjunto.

Este año se logró una cohesión entre todos, para no solo entender la arquitectura y el pabellón como un elemento arquitectónico. Eso fue bastante único”, cerró diciendo la directora, Gabriela de la Piedra.