NUTRICIÓN//Obesidad infantil, ¿cómo hacer frente a la otra pandemia que se abre paso en Chile?

Paula Ledesma, académica de Nutrición y Dietética de la sede Temuco, dice que generar hábitos de vida saludable como prescindir de los alimentos que contengan sellos, realizar actividad física, evitar el uso de pantallas por tiempos prolongados y entregar una alimentación variada y equilibrada serían algunas de las claves para lograrlo.   


Las cifras son alarmantes. En Chile, según el Mapa Nutricional 2019 de Junaeb, un 29% de niños, niñas y adolescentes (NNA) tiene sobrepeso, mientras que un 23% presenta obesidad.

Es decir que el total de NNA con malnutrición por exceso llega a un 52%.

La cifra es significativa considerando que la encuesta fue realizada a estudiantes de todos los niveles educacionales del país: Prekinder, Kinder, Primero Básico, Quinto Básico y Primero Medio, donde La Araucanía fue una de las tres regiones con menor prevalencia de peso normal (38,5%).

Pero, ¿cuáles son las consecuencias de esta enfermedad que ha aumentado peligrosamente durante la última década?

Según explica la docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Mayor sede Temuco, Paula Ledesma, el sobrepeso y la obesidad infantil pueden decantar en diversas enfermedades como: diabetes tipo II, resistencia a la insulina, problemas a nivel osteoarticular, apnea del sueño, síndrome de ovario poliquístico, síndrome metabólico, asma y patologías hepáticas como hígado graso no alcohólico.

Sumado a ellas, agrega la especialista, se presentan alteraciones a nivel psicológico como baja autoestima y prácticas no saludables para el control de peso relacionado con trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia.

Diagnóstico

El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.

“Para realizar el diagnóstico de ambas situaciones nutricionales se aplica la valoración nutricional infantil, la cual utiliza distintos indicadores (antropométricos, bioquímicos y de composición corporal), que permiten establecer un diagnóstico nutricional integrado”, detalla Ledesma.

En el caso de que un niño o niña presente sobrepeso u obesidad, se debe recurrir tempranamente a la atención de un nutricionista y de un equipo multidisciplinario especialista en la atención de población infanto-juvenil.

“El Ministerio de Salud (Minsal) nos indica evaluar a la población infanto-juvenil según los patrones de crecimiento para la evaluación nutricional de niños, niñas y adolescentes desde el nacimiento hasta los 19 años. Los valores obtenidos en los distintos indicadores se relacionan con la edad y sexo”, añade la académica.

Asimismo, dice que “es importante controlar el estado nutricional de los niñas y niñas de forma periódica para poder realizar intervenciones nutricionales efectivas y oportunas que permitan evitar el desarrollo de malnutrición por exceso”.

Hábitos de vida saludable

Para prevenir el sobrepeso y la obesidad infantil, aclara la especialista, es importante recordar que los hábitos alimentarios y de actividad física se forman desde edades tempranas, por lo que es muy relevante el rol de la familia, donde la coherencia entre el ejemplo y el actuar de los miembros influye notablemente en la ingesta alimentaria y la salud.

“Lo principal es evitar un ambiente obesogénico. Es decir, debemos tratar de evitar factores que favorecen el desarrollo de sobrepeso y obesidad como son el sedentarismo y el consumo de alimentos con alto contenido de calorías, azúcares, grasas saturadas y sodio”, concluye.

A continuación la especialista entrega algunas claves para hacer frente a la obesidad infantil:

-Mantener horarios establecidos de alimentación. Las colaciones no son necesarias si entre las comidas principales (desayuno, almuerzo, once y cena) no pasan más de 4 horas.
-Evitar el consumo de jugos y bebidas azucaradas.
-Prescindir de  los alimentos que contengan sellos.
-Realizar actividad física: en los niños pequeños utilizar distintos juegos que permitan mantenerlos físicamente activos.
-Evitar la utilización de pantallas por tiempos prolongados, ya que favorece el sedentarismo.
-No comer viendo televisión.
-Planificar las compras para que, de esta manera, tratemos de entregar una alimentación variada y equilibrada.
-Respetar el apetito de los niños y no obligarlos a comer.
-Dentro de lo posible, mantener al máximo la lactancia materna, ya que es un excelente factor protector que favorece un adecuado estado nutricional junto con otros beneficios que se conocen de ella.