Jóvenes de película: a un año del inicio del inédito proyecto que estudia la juventud en el cine chileno

Marco Braghetto, académico del Núcleo de Formación General U. Mayor, cuenta los avances de la iniciativa Fondecyt titulada “Jóvenes de película: genealogía de la juventud a partir de la producción cinematográfica en Chile del Siglo XX”, donde trabaja como coinvestigador. “Nadie ha hecho una indagación tan acuciosa como la que estamos llevando adelante ahora”, dice sobre el estudio que partió en 2020 y se extenderá por cuatro años, investigando 42 películas.


En 2020 comenzó a desarrollarse una inédita y ambiciosa investigación. Se trata de “Jóvenes de película: genealogía de la juventud a partir de la producción cinematográfica en Chile del Siglo XX”, proyecto Fondecyt donde se explora la juventud en el cine local entre los años 1939 y 1999.

Y aunque su primer año de trabajo coincidió con la pandemia y los contratiempos propios de la emergencia sanitaria, el equipo multidisciplinario detrás de la iniciativa ha logrado importantes avances en este trabajo de largo aliento, que se extenderá hasta 2024.

Sobre la idea, Marco Braghetto, académico del Núcleo de Formación General U Mayor y quien ejerce como coinvestigador de “Jóvenes de película…”, explica: “La gracia que tiene este proyecto Fondecyt que presentamos en 2019 y que estamos desarrollando desde 2020, es que por primera vez se intenta rastrear una ‘genealogía’, como dice el título, un estudio de rastreo, de indagación, de cómo aparece ‘lo joven’ específicamente en el cine. Cómo se produce lo joven en el cine chileno. Hay personas que lo han investigado, se han escrito algunas páginas al respecto, pero nadie ha hecho una indagación tan acuciosa como la que estamos llevando adelante ahora”.

¿Y por qué en el cine? “Porque allí aparecen con mayor claridad ciertas subjetividades que en otros medios culturales a veces no figuran, por ejemplo en la tv. Y de alguna manera con una vocación también más masiva que otros lugares donde sí probablemente uno podría detectar lo juvenil, como en la literatura. Pero la literatura no tiene la misma llegada, el mismo alcance que el cine”, dice sobre la muestra estudiada, que parte con "El hechizo del trigal" (1939), y se cierra con algunas como "El chacotero sentimental".

A su juicio, lo inédito de esta iniciativa radica en dos puntos. Por un lado, comenta, “hay un adultocentrismo social, cultural”. Y en segunda instancia, considera Braghetto, “esta investigación requiere tiempo y trabajo en equipo”.

Precisamente, el proyecto cuenta con un importante número de colaboradores, de diferentes áreas: el mismo académico de la U Mayor, doctorado en Estudios Latinoamericanos; la antropóloga Marcela Saá, también coinvestigadora; la comunicadora audiovisual Leslie Cordonnier, y el tesista de Magíster en Historia, David Bulnes. Todo este grupo encabezado por el académico e investigador Óscar Aguilera, reconocido por sus estudios sobre la idea de “juventud” en las producciones culturales.

Justamente este proyecto es parte de una iniciativa mayor llamada “Juventudes”, y que estudia desde una perspectiva histórica y cultural las representaciones e ideas asociadas a esa etapa, analizando para ello diferentes productos de la industria cultural, desde revistas hasta espacios audiovisuales.

La dinámica de trabajo y las primeras observaciones

El trabajo en equipo, retoma Braghetto, fue clave para el primer año de investigación. Todo debió ser esencialmente online, lo que se vio favorecido por una búsqueda preliminar de las películas chilenas que se estrenaron entre 1939 y 1999. De esa indagación salieron 139 filmes.

La siguiente tarea fue seleccionar las cintas que recogían la idea de “juventud”, las que terminaron siendo 55. Sin embargo, como no todas estaban disponibles para su visionado, la lista final quedó en 42. Esta parte fue posible gracias a la colaboración de la Cineteca Nacional de Chile, que digitalizó varias de las producciones que aún se mantenían en formato físico.

Así, el grupo fue visionando tres películas mensuales, y reuniéndose luego para su análisis respectivo. “Ha sido un diálogo bien enriquecedor, porque te vas dando cuenta de cosas que no son tan evidentes”, resalta el profesor. Y sobre el avance añade: “Ya llevamos más de la mitad, tenemos que haber visto unas 25 películas, reproducidas y dialogadas en extenso, y creo que este año cerraremos el visionado probablemente”.

¿Qué viene después? “Seguir indagando, buscando información. Esto porque el proyecto apunta no solamente a ver y buscar información sobre las películas, sino también extenderla a la luz de su contexto de producción, de la época en que vieron la luz, las leyes, el entorno cultural que las rodeó, el momento político de Chile, etcétera. Entonces es una investigación de largo aliento, que debería cerrar en 2024”, explica el académico.

Dentro de lo que han observado este primer año, cuenta Braghetto, está el reafirmar que se trata de una temática poco abordada, “y donde hay mucho por descubrir todavía. Con esta investigación el cine se revela también como un lugar donde se produce socialmente lo que debiera hacer un joven o una joven, y que esto está en evolución permanente. Ya estamos bien entrado el siglo XXI, nuestro proyecto no aborda este siglo, pero vemos que esto ha seguido cambiando”.

Cuenta, además, que “estamos dejando constancia de eso en registros. Estamos elaborando artículos al respecto. Precisamente ahora estoy con Óscar y Marcela gestionando mi primer artículo, y Oscar ya también a nombre del grupo está gestionando otro. Yo estoy escribiendo acerca de identidades subalternas juveniles en el cine chileno del siglo XX, es decir, que no responden al molde dominante”, adelanta sobre el documento que prepara y que espera sea publicado este mismo año.