Charla// Facultad de Humanidades inauguró conversatorios sobre nueva Constitución, movimientos sociales y convivencia social en el Chile actual

La primera fecha, realizada en el campus Manuel Montt y denominada “Conciencia colectiva y movimientos sociales en el Chile de hoy”, reunió a Héctor Velásquez y Claudia Mora, pertenecientes al Centro Sociedad Tecnológica y Futuro Humano U. Mayor, y a Ángel Muñoz, académico de la Escuela de Sociología.

 

“Chile necesita reflexionar en estos ásperos momentos y no ceder a la irritación y rabia enclaustrada que algunos expresan por las calles. De los insumos que esperamos entregar en nuestros miércoles humanistas, creemos que la comunidad puede obtener más y mejor material para abrir posteriores y diseminados debates específicos”. Así describió la Decano de la Facultad de Humanidades, Clara Szczaranski, las intervenciones de los invitados al primer conversatorio del ciclo “Movimientos sociales y asuntos constitucionales”, que tuvo su primera cita este miércoles 20 de noviembre, en el auditorio del campus Manuel Montt.

La actividad reunión a tres expositores: Héctor Velásquez, Doctor en Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra (España) y director del Centro de Investigación Sociedad Tecnológica y Futuro Humano U. Mayor; Claudia Mora, Doctora en Sociología de la Northeastern University Boston (EE.UU.) e investigadora del mismo Centro; y Ángel Muñoz, Doctor en Sociología por la Universidad de Granada (España) y académico de la Facultad de Humanidades U. Mayor.

                           

En el auditorio, autoridades, académicos y estudiantes escucharon la visión de los expertos frente a la crisis social que vive en el país, y cómo la consciencia colectiva se ha modificado frente a los movimientos sociales que emergen.

“En los tiempos convulsionados que vivimos se espera que el mundo académico entregue luces, explicaciones de lo que la sociedad está viviendo”, comentó el Dr. Ángel Muñoz, quien recientemente lanzó el libro “Epistemología y Sociología de la Conciencia”.

Así, desde la sociología, el académico reflexionó sobre la conciencia individual y colectiva, y cómo para ciertos sectores lo que pasó fue “sorpresivo”.

“La lenta acumulación de energía y tensión en los planos profundos de la estructura social, deviene en estallido; y los actores institucionales son sorprendidos en un estado de paralización para ejercer acciones coherentes ante el estallido social. Esta sorpresa y paralización obedece a su imposibilidad de leer o percibir lo que sucede en el tiempo corto–cotidiano de los planos profundos de la estructura social”, dijo el académico, quien además habló del inconsciente colectivo, del plano donde los procesos son lentos, casi imperceptibles, y planteó dos preguntas: ¿Estamos dispuestos a continuar en una relación sociocultural humanizadora en el tiempo futuro? ¿Qué queremos conservar en esa relación?

 

Desafección vs. participación

 

En tanto, Claudia Mora, investigadora del Centro Sociedad Tecnológica y Futuro Humano, reflexionó sobre la teoría de los movimientos sociales, cómo emergen, a través de qué eventos y cómo se acumula la tensión.

Los movimientos sociales implican una oposición a la organización social vigente, que no encuentra un canal de expresión en su institucionalidad. Presentan, de este modo, algunas oportunidades, como la necesaria visibilización de demandas ciudadanas no atendidas y el diseño de nuevas vías de expresión ciudadana y de canalización del descontento; y algunos riesgos, como la expansión y profundización de las protestas hasta hacerlas inabordables”, explicó la socióloga.

Además, se refirió también a las diferencias entre quienes protestan y dijo que “una primera vertiente explicativa del fenómeno de movilización social está dada por la tesis del radicalismo y la desafección: los ciudadanos que se involucran en formas no convencionales de participación lo hacen desde un móvil en el cual está presente la intención de desafiar a las fuentes de autoridad establecidas. Al contrario, en democracias occidentales la participación en actividades de protesta no se realiza a expensas de otras formas de participación. En efecto, es más probable que aquellas personas que protestan participen en un rango más amplio de políticas ciudadanas convencionales.

La investigadora del Centro STFH destacó que de estos movimientos sociales emerge una identidad colectiva y que conceptos globales como dignidad y respeto en espacios como el trabajo, se masifican y cobran relevancia.  

 

“La modernidad no ha cumplido su promesa”

Luego de las reflexiones de Claudia Mora fue el turno de Héctor Velásquez, director del Centro Sociedad Tecnológica y Futuro Humano, quien enfatizó en los elementos que se necesitan para la reconstrucción social y lo que hay que ver a futuro.

Sabemos que la modernidad no ha cumplido su promesa de que, a mayor certeza, más verdad; que, con más democracia, habría mayor igualdad; y que más ciencia, traería consigo mayor progreso”, dijo, agregando que “lo que hoy tenemos es en una cultura escéptica, una sociedad desigual y una ciencia convertida en tecnología que amenaza con el calentamiento global y la guerra nuclear. Adicionalmente vivimos jalonados por la lógica del mercado, que recomienda actuar buscando la utilidad propia; la lógica del poder, que aconseja ponernos por encima del otro; y la lógica de los mass media, según la cual debemos buscar únicamente la notoriedad. Todo ello desfigura lo que sabíamos de nosotros mismos y empobrece los insumos para buscar escenarios futuros más confiables”, explicó el director del Centro STFH.

Héctor Velásquez también reflexionó sobre los tres puntos imprescindibles para una reconstrucción de la sociedad después de un colapso por movimientos sociales. “En primer lugar, hay que considerar que la gestión pública y las políticas sociales pertenecen al ámbito de lo que puede ser de muchas maneras, no de lo que se encorseta dentro de fórmulas únicas o rutas exclusivas. Un segundo punto consiste en recuperar la visión de lo que somos como seres humanos. Según la teoría de sistemas, hay sistemas cerrados y sistemas abiertos, que interactúan con el medio y tienen la capacidad de asimilarlo y dejar algo de sí en el medio, de modo estandarizable. Y el tercer y último punto: la interacción social humana debe construirse sobre la idea de coexistencia más que de la mera convivencia.

Clara Szczaranski, Decano de la Facultad de Humanidades, culminó diciendo que “la universidad se declara espacio abierto para todos los debates y conversatorios que sus miembros propongan como necesarios para el logro de una mejor convivencia, estable y apreciada por todos como el mar primordial del que puede nacer todo. La violencia solo cierra puertas, clausura espacios de conversación y entendimiento, impide todo acuerdo y anula toda fuerza constructiva y solidaria”.

El próximo miércoles 27 de noviembre, a las 12:45 horas en el auditorio del campus Manuel Montt, se realizará la segunda fecha de este ciclo, denominada "El Estado de Derecho, convivencia social y violencia".

Los expositores serán Emilio Pfeffer, abogado de la Universidad de Chile, Director del Diario Constitucional y socio de Pfeffer &Asociados; y Clara Szczaranski, abogado de la Universidad de Chile, Magíster en Ciencias Penales y Criminología de la Universidad de Roma (Italia); y Decano de la Facultad de Humanidades U. Mayor.