Estudio de académicos U. Mayor mostró que “Empresas B” pasan la prueba de la equidad de género en Latinoamérica

El trabajo, liderado por la Dra. Mariana Paludi, perteneciente a la Escuela de Negocios U. Mayor, junto a la Dra. Maria Eugenia Funes del CEIL-CONICET (Argentina) y el Dr. Rodrigo Pérez del Centro de Economía y Políticas Sociales (CEAS) U. Mayor, comprobó el impacto positivo de estas organizaciones, el cual es incluso mayor que el de sus pares en EE.UU. y Canadá, donde se originó el movimiento.


TriCiclos, Höseg y Natura son tres ejemplos de las “Empresas B” nacidas en Latinoamérica y que se han propuesto implementar un modelo de negocios con triple impacto, generando beneficios sociales, económicos y medioambientales.

Para saber si en materia de equidad de género estas organizaciones han sido capaces de vivir su propósito, un estudio de investigadores del CEAS de la U. Mayor y el CEIL-CONICET de Argentina analizó indicadores claves de su comportamiento en Latinoamérica, comprobando que tienen un mayor impacto positivo con respecto a sus pares en Estados Unidos y Canadá, donde se originó el Movimiento B hace más de una década.

“Latinoamérica tiene interesantemente muchas empresas B certificadas, hay un Movimiento B que es muy importante, entonces nos preguntamos si había una distinción o particularidad en las empresas B en la región, dado que era tan popular el movimiento”, comentó la Dra. Mariana Paludi, académica de la Escuela de Negocios e investigadora del Centro de Economía y Políticas Sociales (CEAS) de la U. Mayor, quien dirigió el estudio.

Los datos analizados corresponden a la información de las plataformas BIA y SDG Action Manager, a través de la cuales desde 2008 las empresas realizan una autoevaluación de su impacto social y ambiental. Adicionalmente, a partir del 2020 el SDG Action Manager ofrece una autoevaluación con respecto a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Los indicadores observados están relacionados al ODS No.5 de equidad de género, particularmente aquellos referidos a la participación total y en cargos directivos de las mujeres en las empresas, y al acceso a beneficios de cuidados maternales y otros.

En términos generales, tomando en cuenta la participación de mujeres en Empresas B y tradicionales, el análisis comprobó que Estados Unidos y Canadá “tienen una mayor participación en general de mujeres”, comentó la Dra. Paludi. Los datos analizados muestran que en estos países de Norteamérica, en un 70% de las empresas 40% o más de la fuerza laboral son mujeres, mientras que en Latinoamérica, solo en 56% de las empresas un 40% o más de la fuerza laboral son mujeres.

Sin embargo, añadió la Dra. Paludi, “cuando observamos los indicadores de equidad de género en las Empresas B en Latinoamérica, efectivamente estas empresas tienen un mejor comportamiento que sus pares en Norteamérica.”

Al respecto, la investigadora detalló que “ser una empresa B certificada en Latinoamérica aumenta las posibilidades de tener un 50% o más de mujeres en la organización en 10 puntos porcentuales, mientras que en Estados Unidos y Canadá este valor sólo asciende a 4.7 puntos porcentuales.”

El análisis mostró además que las Empresas B en Latinoamérica generan un impacto positivo en términos de la conciliación entre trabajo, familia y vida personal. “La proporción de empresas en Latinoamérica que ofrece más de 6 meses de licencia remunerada aumenta en casi 8 puntos porcentuales entre las empresas B certificadas y que ofrecen 3-6 meses de licencia remunerada casi 16 puntos porcentuales, mientras que en Estados Unidos y Canadá estos porcentajes disminuyen en alrededor de 3 puntos porcentuales.”, observó la Dra. Paludi.

El equipo de investigadores denominó el impacto positivo que generan las Empresas B “Efecto B”, lo que quiere decir que en Latinoamérica “si una empresa usa un modelo de negocios con triple impacto, que involucra lo social, lo económico y lo ambiental, a diferencia de una empresa no B que solo mira lo económico, esta triple mirada sí es particularmente relevante para los temas de género en Latinoamérica”, afirma la investigadora.

Aunque el estudio no indaga las razones del por qué las Empresas B en Latinoamérica tienen mejor comportamiento en términos de equidad de género que sus pares de Norteamérica, una de las explicaciones posibles que plantean los investigadores apunta a los mayores niveles de desigualdad de género en nuestra región.

“Es posible que ser Empresa B o no B no sea tan relevante en Estados Unidos y en Canadá, en términos de igualdad y derechos humanos, porque existe menos desigualdad”, reconoce la Dra. Paludi. Sin embargo — agrega la investigadora — “como Latinoamérica es más desigual podríamos decir que las empresas tradicionales grandes o pequeñas, no tienen incentivos para avanzar en la igualdad de género y que una Empresa B dado sus orígenes, está particularmente orientada a llevar adelante iniciativas socialmente responsables, y una de ellas es la equidad de género.”.

Así, “es importante desde esta mirada pensar al sector privado como actor relevante para el avance de los ODS, junto con las políticas públicas de gobierno.”, concluye la investigadora.

Uno de los próximos pasos que los investigadores planean a partir del análisis, es desarrollar un estudio cualitativo que les permita explicar en profundidad por qué se produce el “Efecto B” en el área de equidad de género y qué ocurre con otros ODS.

La investigación contó con el financiamiento de B Lab, B Academics, Sistema B y el International Development Research Centre (IDRC).

 

Nombramiento AOM

Junto a los resultados de este estudio, la Dra. Mariana Paludi también fue nominada por la Academy of Management (AOM) como Chair de la Critical Management Studies Division.

La AOM es la asociación profesional de académicos de gestión y organizaciones más grande del mundo con 85 años de historia.

La Critical Management Studies Division que encabezará la Dra. Paludi durante un periodo de 5 años, promueve la investigación, enseñanza y desempeño de la gestión organizacional con mirada crítica hacia las prácticas de gestión contrarias a la ética y al orden social que fomenta la explotación.

La investigadora, Administradora de la Universidad de Buenos Aires, Phd en Management de la Sobey School of Business de la Saint Mary`s University en Halifax, Canadá, es especialista en gestión crítica, interseccionalidad, cultura, América Latina, feminismo y descolonialismo y se desempeña además como directora de Investigación Disciplinar de la Facultad de Humanidades U. Mayor.