¿Por qué se produce el labio leporino? Académico U. Mayor lidera estudio que encontró la respuesta

El labio fisurado o paladar hendido surge de factores genéticos combinados con factores de riesgo inflamatorios experimentados durante el embarazo, como fumar o infecciones, según un nuevo estudio del University College London, Reino Unido, dirigido por el chileno Roberto Mayor, quien además es docente asociado al Centro de Biología Integrativa U. Mayor.


El labio fisurado, con o sin paladar hendido, es la malformación craneofacial más común que se observa al nacer y afecta a uno de cada 700 nacidos vivos. Puede tener consecuencias devastadoras para los infantes y sus familias, ya que los bebés pueden experimentar dificultades para alimentarse, hablar y escuchar, y pueden tener un mayor riesgo de infecciones del oído y problemas dentales.

Una reciente investigación del University College London, Reino Unido, publicada en Nature Communications, ha revelado por primera vez el mecanismo implicado en cómo interactúan los factores genéticos y ambientales.

El autor principal, el profesor Roberto Mayor, quien además es docente asociado al Centro de Biología Integrativa de la Universidad Mayor, dijo que “se sabe desde hace algún tiempo que hay un componente genético en el labio fisurado, y que algunos factores ambientales como el tabaquismo, el estrés, las infecciones y la desnutrición durante el embarazo también pueden aumentar el riesgo. Aquí, por primera vez hemos demostrado cómo estos dos factores funcionan juntos y por qué los factores de riesgo genéticos y ambientales son necesarios para que un niño nazca con labio hendido”.

El equipo de investigadores, ubicados en Londres, Santiago y Sao Paulo, estudiaron a familias que portan mutaciones en el gen e-cadherina, que se sabe que está implicado en el labio fisurado, pero notaron que no todas las personas con la mutación desarrollan labio fisurado.

Así, consiguieron reproducir esta mutación humana en ratones y ranas, lo que generaba malformaciones equivalentes al labio fisurado de los humanos, pero solo cuando los ratones y ranas que portaban la mutación también estaban expuestos a factores ambientales que producían inflamación en el cuerpo. Los investigadores también encontraron efectos similares en las células madre humanas tanto con la mutación como con la inflamación.

La proteína e-cadherina está involucrada en el desarrollo fetal, ya que las células de la cresta neural, las células madre embrionarias que forman los rasgos faciales, se mueven juntas para formar la cara. En el desarrollo normal, las células de la cresta neural migran juntas en dos grupos, envolviendo la cabeza, antes de unirse en el frente para formar la cara. Esto requiere que la e-cadherina actúe como un pegamento entre las células. Si las dos mitades de las células de la cresta neural no se unen por completo, el bebé nacerá con labio fisurado o paladar hendido.

La mutación identificada por los investigadores reduce la producción de la proteína e-cadherina, ya que la metilación del ADN reduce la transcripción, pero encontraron que la mutación por sí sola no redujo los niveles de e-cadherina lo suficiente como para causar un labio fisurado. Solo cuando un feto con la mutación también estuvo expuesto a factores de riesgo ambientales que provocan inflamación en todo el cuerpo (tales como fumar, estrés, desnutrición o infecciones), aumentó la metilación del ADN y los niveles de e-cadherina fueron demasiado bajos para que las células de la cresta neural se unieran para formar completamente el labio y el paladar.

Los investigadores esperan que sus hallazgos puedan contribuir al desarrollo de nuevos tratamientos o estrategias preventivas para el labio fisurado o el paladar hendido, al tiempo que aclaran los factores de riesgo para ayudar a las personas a reducir la posibilidad de que su bebé desarrolle la afección.

El Dr. Mayor comentó que “detectar esta mutación podría ser una parte sencilla del tratamiento prenatal, por lo que, si alguien porta la mutación, se le recomendará que tome medidas para reducir el riesgo de inflamación que podría combinarse con el factor genético para dar lugar a un labio fisurado. Además de centrarse en factores como el tabaquismo, la prescripción de medicamentos antiinflamatorios también puede ayudar a las mujeres embarazadas en riesgo”.