Estudio detalló los beneficios de la actividad física intensa entre los niños

Los médicos Javier Saa y  Gonzalo Martínez, residentes de la Especialidad de Medicina del Deporte y la Actividad Física U. Mayor, realizaron un trabajo con 66 niños de entre 9 y 10 años, el cual fue publicado en la revista Journal of Physical Education and Sport. Así, recomiendan reformular las clases de Educación Física en los colegios.


Según los últimos datos entregados por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el 74% de los adultos en Chile sufre sobrepeso u obesidad, encabezando el listado de esta institución por sobre las comunidades de México (72,5%) y Estados Unidos (71%).

A esto se suma el dato aportado por el primer Atlas Mundial de la Obesidad Infantil, realizado por la Federación Mundial de Obesidad (WOF, por sus siglas en inglés), que predice que en 2030 más de 774 mil menores de 19 años serán obesos en nuestro país.

La actividad física, un aliado

Los riesgos asociados a la obesidad son múltiples. De hecho, en el caso de niños se ha visto un aumento en los casos de diabetes tipo II y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, trastornos del aparato locomotor, en particular artrosis, y ciertos tipos de cáncer como el de endometrio, mama y colon.

Es por todo lo anterior que la actividad física se vuelve un aliado a lo hora de enfrentar esta realidad, pero ¿está entregando el currículo chileno suficientes horas y calidad a la actividad física que realizan los niños en sus colegios?

“No otorga suficientes horas”, responde categóricamente Javier Saa, residente de la Especialidad de Medicina del Deporte y la Actividad física, quien detalla que "la recomendación actual es de 60 minutos diarios de actividad física moderadas a vigorosas, pero muchos establecimientos solo cuentan con una jornada de Educación Física, quedando muy en deuda con lo sugerido. La recomendación es que ojalá el 50% de las actividades físicas que hacen los niños sean de carácter intenso”.

Estas conclusiones quedaron plasmadas en el estudio “Contribution of high and moderate-intensity physical education classes to the daily physical activity level in children”, publicado en la revista Journal of Physical Education and Sport.

En el trabajo, el Dr. Saa junto al Gonzalo Martínez y al PhD Tomás Reyes (Universidad de Playa Ancha), exponen que realizar clases de Educación Física con intensidades altas podría mejorar la salud y condición física de los alumnos, y podría proteger a los alumnos de mantenerse sedentarios después de las clases.

En la investigación participaron 66 estudiantes de Valparaíso, de entre 9 y 10 años, quienes fueron distribuidos en dos grupos: uno que realizó actividades de alta intensidad y otro que realizó ejercicios de intensidad moderada, siendo los del primer grupo los que reportaron mayores beneficios.

A raíz de esto, los investigadores enfatizan en que para lograr mantener ejercicios de alta intensidad, las clases de Educación Física deberían incorporar más juegos o actividades del tipo circuito, que permiten trabajos de alta intensidad durante períodos breves, intercalados con descansos o intensidades más bajas.

“Intuitivamente los juegos de los niños como la pinta, las naciones y otros juegos, además de deportes colectivos como el fútbol, balonmano y voleibol, también son de tipo intermitentes y generan estímulos similares”, finaliza diciendo el Dr. Javier Saa.