Conoce a las dos estudiantes que se adjudicaron el Fondo de Valoración de Investigación Universitaria 2025

Fernanda Brisso, perteneciente a la Escuela de Biotecnología, busca combatir una bacteria que causa estragos en la salmonicultura nacional; mientras que Dalia Marín, alumna del Magister en Teledetección, desarrolla un modelo para predecir deslizamientos de tierra. Ambas resultaron ganadoras de este concurso de ANID que fomenta los proyectos innovadores iniciados por jóvenes universitarios.



Dos estudiantes de la Universidad Mayor, una de pregrado y otra de postgrado, son las recientes ganadoras del XV Concurso de Valoración a la Investigación Universitaria (VIU), que cada año entrega la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) para fomentar proyectos tecnológicos con un enfoque al desarrollo de empresas.

Una de ellas es Fernanda Brisso, egresada de la Escuela de Biotecnología, quien realizó su tesis de pregrado enfocada en el desarrollo de un método de detección de la bacteria Piscirickettsia salmonis, responsable de la Septicemia Rickettsial Salmonídea, principal causa de mortalidad en salmones en Chile desde 1998.

Desde que se descubrió la enfermedad, estos casos se han tratado con antibióticos, pero sin una regulación. A partir del año 2013, se estableció que era necesario identificar la bacteria que estaba afectando al salmón antes de administrar los antibióticos. Actualmente, Fernanda se encuentra desarrollando el proyecto VIU 2025 para continuar con su investigación.

Solución a una crisis

“El objetivo de esta investigación es generar un diagnóstico temprano que pueda detectar a la bacteria mucho más rápido, para disminuir tanto las pérdidas asociadas a la enfermedad, como también el alto consumo de antibióticos utilizado por la industria, principalmente el Florfenicol y la Oxitetraciclina”, explica Fernanda.

La biotecnóloga comenzó a trabajar en esta investigación a partir de octubre del 2024, y hoy su proyecto se encuentra en nivel 2 de maduración. “El proyecto se encuentra aún en fase de pruebas de laboratorio, pero el objetivo es escalarlo para generar un prototipo. A partir de ello, se buscará establecer colaboraciones y obtener muestras de las zonas de cultivo de salmón”, agrega la egresada, quien confiesa: “Desde que comencé mi tesis, he sentido una gran motivación para escalar estos resultados y desarrollar una tecnología que pueda ser transferida a la industria. Sé que es un gran reto, pero representa una experiencia muy valiosa para mi desarrollo profesional. Además, gracias a todo el apoyo de mi equipo de laboratorio, me hace sentir segura y respaldada para enfrentar este nuevo desafío”, dice.

Su profesor guía, el Dr. Sebastián Reyes, director del Centro de Genómica y Bioinformática (CGB), destacó el trabajo de su alumna: “Estamos muy contentos con esta adjudicación, pues la propuesta aborda una temática de interés para la salmonicultura, ya que apunta a desarrollar una estrategia de detección temprana en terreno que logre reducir los tiempos de diagnóstico, favoreciendo la toma de decisiones en los centros de cultivo, frente a uno de los principales patógenos de la industria”.

Modelo predictivo

De profesión geomática y con experiencia trabajando en asesorías mineras, modelos geofísicos y en pymes, Dalia Marín actualmente cursa el Magíster en Teledetección de la U. Mayor y también se adjudicó un Fondo VIU con su proyecto Sibila, que consiste en la creación de un modelo predictivo sobre deslizamientos de tierra.

Actualmente trabaja en la Secretaria de Planificación Comunal SECPLA de La Granja, lo que le ha permitido interiorizarse sobre las causas y efectos que están provocando los deslizamientos, las remociones de masa y los aluviones en Chile y a nivel global.

“Junto a mi profesor guía, Waldo Pérez, queremos generar una herramienta que pueda ser tanto de uso comercial como social. Quise hacer una plataforma que combine IA, Machine Learning, temas físicos y harto de geofísica para poder generar este modelo predictivo. Hay muchas investigaciones que te entregan mapas de susceptibilidad con los que uno dice: ‘aquí podría haber algo’. Pero para poder llegar a hacer un mapa de susceptibilidad, tienes que ser un experto y no siempre existen expertos en las instituciones, ni en las públicas ni en las privadas, excepto en las mineras”, explica Marín.

Sus trabajos de modelos de prueba los está realizando desde inicios de 2025 en el Santuario de Yerba Loca, ubicado en Lo Barnechea. “Lo que hago es trabajar con datos de años anteriores, por ejemplo, del 2014. Empiezo a correr mis modelos y empiezo a predecir, y luego lo que me prediga mi modelo, lo cotejo con lo que ocurrió ese año, para ver si efectivamente está funcionando. Esa es la forma en que estoy trabajando”.

Sumará apoyos

Otro de los objetivos de su proyecto Sibila es unir la ciencia con la cultura. “Sibila significa 'Sistema inteligente para la búsqueda e identificación de lugares amenazados' y también es el nombre de las mujeres grecorromanas que podían anticipar el futuro y que anunciaban las tragedias que podían pasar, como unas videntes. También quería ver el lado femenino de este proyecto”, explica.

Su profesor guía, el director del Centro Hémera y director del Magíster en Teledetección, Waldo Pérez, valoró que “el proyecto representa una contribución significativa, tanto en lo científico-tecnológico como en su aplicabilidad territorial, fortaleciendo la transferencia de conocimiento hacia soluciones concretas para la gestión de riesgos naturales”. Por ello, también se sumarán al equipo los docentes co-guías, Idania Briceño e Iongel Durán, quienes aportarán su experiencia y conocimientos en áreas complementarias, asegurando un acompañamiento integral para la propuesta de la estudiante.