Investigadora U. Mayor es coautora de importante estudio sobre la amenaza del abejorro europeo en el ecosistema del Cono Sur

La doctora en Ciencias Bilógicas e integrante del Centro de Genómica, Ecología y medio Ambiente GEMA, Maureen Murúa, integra el equipo interuniversitario  que analizó el proceso de expansión de esta especie invasora y el daño provocado en la región. “Este estudio es importante porque además de documentar cómo se ha ido expandiendo, exploramos su impacto, el que sin duda en Chile ha ido en desmedro de la biodiversidad nativa”, dice la experta.


En un momento donde la protección de la biodiversidad se ha vuelto clave en todo el mundo, un grupo de investigadores chilenos ha publicado un importante estudio acerca de una conocida y dañina especie invasora para el Cono Sur: el abejorro europeo o Bombus terrestris.

Este insecto polinizador, cuyo origen se estima en Eurasia y el norte de África, fue introducido en Chile en el año 1997 con el objetivo de polinizar cultivos de tomate en invernaderos. Sin embargo, muy pronto se extendió descontroladamente por todo el país, llegando incluso a Argentina, donde está prohibido su ingreso.

Una de las autoras de este interesante trabajo, publicado recientemente en la revista Scientific Report, es la investigadora de la Universidad Mayor Maureen Murúa, doctora en Ciencias Biológicas mención Ecología y Biología Evolutiva.

“La idea de esta investigación fue, por una parte, ver el estado actual de la invasión de este insecto polinizador en base a registros reportados en la literatura, y en función de eso revisar el estado actual y proyectar lo que puede pasar con este insecto dada su dinámica de invasión”, explica Murúa.

La investigadora revela que la preocupación respecto del impacto de esta especie en la zona es de larga data. “Harta gente ha tenido el interés de poner en evidencia el daño que se genera al importar esta especie, y se ha tomado poca o nula atención. El SAG ha escuchado en ocasiones nuestros fundamentos, se hicieron algunas modificaciones, pero nada ha sido lo suficientemente fuerte como para detener la importación de este insecto. Por eso, la idea de este trabajo es una vez más visibilizar el problema, tomando los registros de Chile y Argentina, lo que no se había hecho antes, y mostramos que este problema es real, cómo ha avanzado y cómo proyectamos que va a avanzar si no se toman medidas concretas”, resume la experta, quien integra el Centro de Genómica, Ecología y Medio Ambiente GEMA U.Mayor.

Junto a su equipo, integrado además por científicos de la Pontifica Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad de La Frontera, “lo que hemos planteado en reiteradas ocaciones, no solo los autores de este estudio sino también varios investigadores a lo largo del país, es que no se debería importar más, porque ya se arrancó de los cultivos y se naturalizó, por ende, lo tenemos presente en los cultivos, en las ciudades, en las huertas, en todas partes”.

A su vez, cuenta que han surgido reclamos no solo de Argentina, sino también de otros países como Perú y Bolivia, “que se han preocupado de que este insecto pueda ingresar a sus fronteras, con los potenciales efectos deletéreos que ha tenido en Chile”.

Para la investigadora este estudio adquiere una mayor importancia en la actualidad, “primero porque hoy en Chile al fin se está viendo una preocupación por la polinización en cierto aspecto, tanto para los cultivos como también respecto a la biodiversidad, que implica proteger, conservar y cuidar nuestras especies. Entonces este estudio es importante porque además explicamos su impacto en Chile, el que ha sido en desmedro de la biodiversidad nativa”.

Junto a eso, agrega Murúa, “esperamos que esto sea un aporte para la toma de decisiones, a ver si puede ser considerado ya sea por el SAG, por el Ministerio del Medioambiente, u ojalá tenga algún impacto en el Ministerio de Ciencias para que haya un respaldo hacia la comunidad científica que ya viene diciendo hace rato paremos la importación”, concluye.