Estudio determinó el rol clave de los musgos y microorganismos del suelo para contrarrestar los efectos del cambio climático

Investigadores del Centro GEMA - Genómica, Ecología & Medio Ambiente de la Universidad Mayor participaron de esta investigación internacional y aportaron muestras de las comunas de Santiago y Curacaví, para comparar áreas urbanas y naturales. “Pese a no estar muy representadas dentro de las ciudades, estas comunidades de plantas son nuestras aliadas al momento de restaurar los ecosistemas”, dijo el Dr. Fernando Alfaro, uno de los autores.


A menudo se pasan por alto y para algunos pueden parecer un problema, pero son de gran importancia ecológica.

Es que un reciente estudio global, publicado en la revista Nature Geoscience, reveló el papel fundamental de los musgos y organismos del suelo en la mitigación de los impactos del cambio climático.

Investigadores de distintas partes del mundo recolectaron muestras de suelos cubiertos por musgos en áreas verdes urbanas y desde áreas naturales menos intervenidas, con la finalidad de comparar los impactos de las zonas urbanas sobre múltiples funciones ecosistémicas de los suelos y para evaluar el rol de los suelos asociados a los musgos como alternativas para afrontar los desafíos impuestos por la crisis climática en las áreas urbanas.

En el caso de Chile, los académicos del Centro GEMA - Genómica, Ecología & Medio Ambiente de la Universidad Mayor, Fernando Alfaro y Sebastián Abades, analizaron suelos de Santiago (área urbana) y Curacaví (área natural), con el objetivo de comparar si los beneficios asociados a la presencia de este grupo de plantas eran evidentes en zonas urbanas o zonas más naturales.

Así, el estudio mostró que estas comunidades de plantas cumplen funciones esenciales dentro de los sistemas urbanos, como la fijación de carbono, de nutrientes, y en el ciclo del agua, entre otros. También son buenos indicadores de la calidad de los ambientes, ya que en la medida en que estos están perturbados, este grupo se ve inmediatamente afectado, ya sea con la presencia de distintos contaminantes o de especies exóticas.

“La mayor parte de la población humana vive en sistemas urbanos y estos están altamente alterados. A partir de estos estudios podemos comprender de mejor manera el rol fundamental de las áreas verdes dentro de las grandes urbes, en particular aquellas con especies de plantas nativas, que se manifiestan como herramientas muy seguras y económicas para contrarrestar los efectos de la sequía y el aumento de la temperatura en las ciudades”, dice el Dr. Fernando Alfaro, quien agrega: “Pese a no estar muy representadas dentro de las ciudades, estas comunidades de plantas son nuestras aliadas al momento de restaurar nuestros ecosistemas o hacer frente a esta crisis climática”.

Los musgos además proveen hábitat para muchas especies de organismos pequeños, desde bacterias hasta invertebrados.

“Son como bosques a escala pequeña, donde estas especies se refugian y desempeñan funciones de alto valor ecosistémico. Por lo tanto, además del valor propio que tienen los musgos estabilizando suelos y capturando carbono atmosférico, también son el refugio natural para múltiples especies, multiplicando el potencial funcional de los ambientes donde se les encuentra ”, explica el Dr. Abades.

De allí que se hace un llamado para aumentar los esfuerzos para su conservación dentro de los sistemas urbanos, considerando que son especies nativas y que no requieren algún mantenimiento especial, como el pasto.