Académico U. Mayor participó en hallazgo de helecho en la Antártica que vivió en la era de los dinosaurios
Científicos japoneses y chilenos, entre ellos el Dr. Marcelo Leppe, del Centro GEMA, descubrieron un fósil de esta planta, que existió hace más de 100 millones de años. Esto refuerza la hipótesis de que este continente estuvo cubierto de bosques y humedales durante el Cretácico y no era un sitio aislado.
Existe una teoría científica que plantea que hace millones de años la Antártica fue un centro clave de diversificación vegetal durante el periodo Cretácico y no una zona aislada.
Bajo esta premisa, un grupo de investigadores chilenos y japoneses ha dado un paso importante para confirmar este precepto, ya que hallaron el fósil de un helecho que habitó ese territorio hace más de 100 millones de años.
El estudio, publicado recientemente en la revista científica Annals of Botany, fue desarrollado por un equipo liderado por Harufumi Nishida, Marcelo Leppe Cartes, Aya Kubota y Julien Legrand.

“Es el primer fósil permineralizado de Schizaeales descrito para la Antártica, con una anatomía finamente preservada que permite compararlo con especies vivas y sentar las bases para análisis filogenéticos integrando fósiles y datos moleculares”, explica el paleobiólogo Marcelo Leppe, quien es académico del Centro de Genómica, Ecología y Medio Ambiente (GEMA) de la Universidad Mayor.
En el mismo material se hallaron otros fósiles asociados, como órganos ovulados gimnospérmicos, brotes y hojas de coníferas (Araucariales) y raíces con nódulos micorrícicos, que permiten reconstruir un ecosistema terrestre complejo. “El reanálisis de rocas colectadas mediante tecnologías no destructivas, como tomografía de rayos X, permitirá descubrir nuevas evidencias de un tiempo en que la Antártica era verde y poblada de vegetación, cuyos descendientes aún viven en la Patagonia austral”, agrega Leppe.
El equipo también denominó esta nueva especie como Escuderia livingstonensis, en homenaje al jurista Julio Escudero Guzmán, figura clave en la historia del Tratado Antártico y quien da nombre a la principal base del Instituto Antártico Chileno (INACH) en la isla Rey Jorge.
“Quisimos reconocer a la base Escudero y a su gente —científicos y logísticos— que hacen posible el despliegue de la investigación en áreas remotas de la Antártica”, comenta Leppe, quien detalla que el epíteto livingstonensis alude al lugar donde fue hallado el fósil: isla Livingston, en el archipiélago de las Shetland del Sur.

