Académica de Geología participa en el desarrollo de nuevo modelo de formación de depósitos minerales cruciales para un futuro energético sostenible

La Dra. Gisella Palma es coautora de un estudio publicado recientemente en la revista Nature Reviews Earth & Environment el cual propone un modelo conceptual actualizado para explicar la formación de los depósitos de magnetita-apatito, la fuente más importante de hierro en Chile. Este mineral cuenta con vastas aplicaciones industriales, y otros elementos críticos para alcanzar la transición energética.


 

Para un mundo que demanda crecientemente energías renovables, es de vital importancia el suministro seguro de los elementos que las tecnologías de energía limpia como vehículos eléctricos, turbinas eólicas y celdas fotovoltaicas necesitan para funcionar.

Uno de tales elementos es el hierro, el cual se extrae del mineral llamado magnetita, el cual se concentra ampliamente en los yacimientos de magnetita-apatito (IOA por sus siglas en inglés “iron oxide-apatite”).

A pesar de que los yacimientos IOA han sido explotados históricamente, su origen preciso es desconocido y ha sido fuente de controversia y debate en la comunidad científica durante muchos años.

“Si sabemos cómo se forman los yacimientos, sabremos cómo encontrarlos”, recalca Gisella Palma, doctora en Ciencias Mención Geología y académica de la Escuela de Geología de la U. Mayor.

La docente ha formado parte desde 2015 del equipo de investigación responsable del desarrollo de un nuevo modelo de formación de los yacimientos de IOA que generó una publicación recientemente en la revista Nature Reviews Earth & Environment.

“Los resultados que fuimos obteniendo desde el año 2015 permitieron proponer un nuevo modelo de formación que involucra procesos magmáticos e hidrotermales (es decir, involucra magmas y fluidos), y los datos geológicos, geoquímicos e isotópicos que se han generado son consistentes con este modelo”, comenta la investigadora.

Foto: Dra. Gisella Palma realizando trabajo en terreno en la Región de Antofagasta.

El modelo, que explica no solo la formación de los depósitos de IOA en Chile, sino también en otros lugares del mundo, como Perú, Suecia, Irán y EE. UU, fue generado en el marco de la investigación liderada por los profesores Martin Reich y Fernando Barra del Departamento de Geología de la Universidad de Chile en el Núcleo Milenio Trazadores de Metales, donde la Dra. Palma realizó sus estudios de doctorado y postdoctorado.

Escenario futuro

Según explica la Dra. Palma, el hierro que se obtiene de los yacimientos de IOA tiene una relevancia estratégica para el desarrollo de las industrias, ya que es la materia prima en la fabricación de acero.

Además, los depósitos IOA son fuente de elementos críticos como el fósforo, tierras raras, vanadio y cobalto, cuya demanda mundial está aumentando año a año, ya que son cruciales para las tecnologías con bajas emisiones de carbono.

Esta creciente demanda ofrece “enormes oportunidades para las operaciones mineras chilenas a pequeña y gran escala”, plantea la Dra. Palma, quien agrega que “Chile tiene la ventaja de tener una amplia gama de yacimientos minerales, tales como IOA, IOCG (óxidos de hierro, cobre y oro), pórfidos cupríferos, estratoligados de Cu-Ag, entre otros, que pueden contener cantidades significativas de metales críticos”.

La geóloga concluye diciendo que “aun cuando los metales críticos tienen una gran demanda mundial, siguen siendo poco estudiados desde un punto de vista geológico y metalúrgico, lo cual abre grandes oportunidades de seguir investigando”.