Los especialistas llaman a no bajar la guardia frente a las señales de alerta porque el contexto de confinamiento genera la “tormenta perfecta” para que los índices aumenten. Por otro lado, la psicóloga clínica y académica de la Universidad Mayor, Dominique Karahanian, es enfática en señalar que los datos en general sobre este tema son muy difíciles de recolectar, porque “son cifras negras que no en todos los casos son informados y por lo tanto las estadísticas no reflejan realmente lo que pasa, sobre todo en países donde está tan estigmatizado el suicidio”. Lee aquí la nota completa.
"Si bien hay algunas más grandes, la mayoría de las especies que entran a las casas son de talla pequeña", explica Isabel del Real, académica de la Escuela de Agronomía, quien agrega que "se podría hablar de más presencia de estas lepidópteras, pero no es un aumento tan significativo. Obviamente se notan más cuando entran a las casas atraídas por la luz". Mira la entrevista aquí.