Investigación del CISS revela las diferencias en los embarazos de las mujeres chilenas, según su nivel socioeconómico

El estudio de Pablo Varas y Nicolás Montalva muestra que las mujeres chilenas tienden a tener periodos reproductivos más cortos y densos a medida que aumenta su nivel socioeconómico. Los resultados, obtenidos a partir de 6.802 casos, ayudan a entender las dinámicas reproductivas vinculadas a la caída de la natalidad en el país.


Convertirse en mamá puede que sea visto como un hito que une a muchas mujeres transversalmente. Sin embargo, un nuevo estudio a cargo de Pablo Varas del Centro de Investigación en Sociedad y Salud (CISS) U. Mayor, muestra que la fecundidad de las mujeres chilenas varía según su nivel socioeconómico.

La investigación es una de las primeras en Chile sobre el declive de la fecundidad desde una perspectiva evolucionaria y aporta datos novedosos sobre la edad en que las mujeres tienen su primer y su último hijo, y del intervalo de los nacimientos en Chile.

Los resultados indican que, a mayor posición socioeconómica, la edad en que las mujeres chilenas tienen su primer hijo aumenta, al igual que la densidad de los nacimientos, vale decir, tienen hijos en un periodo de tiempo más acotado.

“Las diferencias que observamos en este estudio estarían relacionadas a las condiciones socioeconómicas de las mujeres en nuestro país, y por lo mismo las diferentes estrategias responden a condiciones de vida muy distintas unas de otras, que en última instancia inciden en la salud de estas mujeres y sus hijos en distintas formas también”, indica Varas.

Diversas estrategias de vida

La investigación, publicada en la revista académica Human Nature, nace a partir de la tesis de pregrado de Pablo Varas, quien desde sus estudios en Antropología biológica en la Universidad de Chile hasta ahora, que realiza un doctorado en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, ha colaborado en diferentes estudios sobre los factores sociales y ambientales que influyen en el número de hijos que tienen distintas poblaciones del Sur Global.

Para el análisis, el equipo conformado también por el doctor en Antropología, Nicolás Montalva, investigador del CISS, y la doctora en Human Evolutionary Studies, Luseadra McKerracher, investigadora de la Universidad de Aarhus, Dinamarca, estudió los datos de 6.802 mujeres chilenas nacidas entre 1961 y 1970, época en que Chile estaba a medio camino de su última transición demográfica, un fenómeno caracterizado por el declive en la tasa de la natalidad a medida que los recursos económicos aumentan.

Consistente con investigaciones anteriores, el estudio confirmó que para Chile el número de hijos disminuye a medida que sube el nivel socioeconómico y que las mujeres en Latinoamérica tienen hijos más jóvenes en los niveles socioeconómicos más bajos.

Un dato distintivo que arrojó la investigación fue que las mujeres chilenas con mayores ingresos tienden a postergar su primer hijo hasta el inicio de sus 30 años y luego a concentrar los nacimientos en promedio en un periodo de 2,8 años, por debajo del intervalo mínimo entre nacimientos recomendado por la OMS.

Este hallazgo, implica que las mujeres chilenas de mayores ingresos dejan de tener hijos a los 33 años en promedio, una edad relativamente temprana, en promedio 10 años antes de la menopausia.

En tanto, las mujeres chilenas de menor posición económica tienden a tener su primer hijo a más temprana edad, en promedio a los 21 años, pero a tener hijos durante la totalidad de su vida reproductiva.

Los autores observaron que, si bien estos patrones eran los esperados, datos previos de otros contextos han variado considerablemente, dado que un alto nivel socioeconómico a veces se asocia con intervalos de nacimiento más cortos de lo recomendado o bastante largos.

El equipo destaca que conocer las diferencias que expone el estudio podría ayudar al diseño de políticas públicas más focalizadas, por ejemplo, se puede destinar más recursos para asegurar la salud tanto de las madres como los bebés o diseñar políticas públicas que permitan descomprimir los intervalos de los nacimientos para evitar los riesgos asociados.

“Tener bebés es un tema que permea distintos niveles en nuestra sociedad, y comprender que hay mujeres que tienen distintas maneras de lograr la misma cantidad de hijos, porque hay diferentes estrategias de vida, puede aportar a la discusión sobre cuándo y cuántos hijos tener”, concluye Pablo Varas.