Bilingüismo//Académicos entregan claves para que niños aprendan inglés

Cuando se conoció el programa del candidato Sebastián Piñera, una de las propuestas que llamó la atención fue la de desarrollar un Plan Nacional del idioma. Rimas, poesía, dibujos animados y hasta videojuegos son, a juicio de expertos de la Universidad Mayor, herramientas válidas para su enseñanza. 

Un ranking elaborado en 2016 por la empresa EF Education First ubicó a Chile en el lugar 42 entre 72 países en el dominio del inglés. El estudio reveló un estancamiento en el nivel de los chilenos en este idioma. Por otro lado, un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) determinó que sólo un 2% de la población adulta local habla esta lengua con fluidez.

Por eso, la pregunta que surge es ¿cómo se puede avanzar en este déficit? A juicio de Emilio Araya, académico de la carrera de Pedagogía en Inglés para Enseñanza Básica y Media de la U. Mayor, la clave reside en la infancia.

“Una de las maneras más efectivas de afianzar el aprendizaje del inglés es plantearse la posibilidad de este último desde una etapa temprana y a partir de vivencias de la vida cotidiana. En este contexto, el arte, el uso consciente de los medios de comunicación y entretención tienen mucho que decir”, asegura el docente, quien tiene un magíster en Literatura Inglesa de la U. de Leeds.

De hecho, Araya llama a los padres “a confiar en la enorme plasticidad neuronal de nuestro cerebro. La niñez y la juventud temprana son etapas en las que la curiosidad se transforma en la mejor aliada para sentar las raíces del aprendizaje de una lengua, un instrumento musical, una destreza artística o lo que sea.  Autores como Erikson, Maslow, entre otros, así lo dijeron: hay, en todo niño y niña, una necesidad de saber y de volverse capaz".

Rimas y cuentos

En ese sentido, el profesor Araya recomienda a los padres herramientas como el empleo de rimas sencillas “para estimular la discriminación del sistema fonético-fonológico propio del inglés, el cual -a diferencia de lo que ocurre con el español- cuenta con doce sonidos vocálicos distintos relevantes para distinguir significados”.

“La poesía también contribuye al entrenamiento del oído y la percepción del ritmo. Por ende, familiarizarse con ella desde una edad temprana ayuda significativamente a percibir la riqueza melódica del idioma en cuestión. Esto ayuda a minimizar la influencia del acento materno en favor de un desempeño más cercano al acento del nativo de la lengua secundaria”, sostiene.

El académico de la U. Mayor también recomienda la lectura de cuentos, idealmente si se hace en voz alta, y sugiere en especial aquellos de hadas. “Los cuentos de hadas son especialmente adecuados para este objetivo dada la rica tradición anglosajona en lo que aquí conocemos con el género maravilloso. Su vínculo con la historia de los países en los que se habla el inglés (así como otras lenguas germánicas) ayuda a contextualizar y a acercar a los infantes a las raíces culturales de la lengua”, agrega.

Doblajes vs. subtítulos

La semana pasada, cuando se conoció el programa presidencial del candidato Sebastián Piñera, una de las propuestas que llamó la atención fue la de desarrollar un Plan Nacional de Inglés, una iniciativa que incluye la eliminación progresiva de los doblajes en la TV abierta para dar paso a las producciones subtituladas. Tanto el profesor Araya como la directora de la carrera de Pedagogía en Inglés de la U. Mayor, Tamara Álvarez, creen que esta medida podría contribuir al aprendizaje del idioma, aunque Álvarez advirtió que ello se debe hacer con ciertos resguardos. Por un lado, la directora sugirió “iniciar gradualmente con dibujos animados, dado que la mayor exposición y flexibilidad para adquirir un idioma (como segunda lengua) es en la temprana infancia. Si luego repiten el mismo episodio del mismo dibujo animado en español, no funcionaría”.

Asimismo, Álvarez aconsejó “expandir gradualmente la emisión en inglés de películas en un periodo a largo plazo (10 años), considerando una variedad de estilos para no fijar únicamente un tipo de registro y léxico”.

Emilio Araya, en tanto, señala que “la exposición a instancias de material audiovisual e interactivo como películas, series y videojuegos es más efectiva cuando se la presenta desde el idioma en el que originalmente fueron producidas. Por ello, aunque de manera gradual -para ir acostumbrando poco a poco a los niños y niñas al contexto lingüístico objetivo- se recomienda especialmente promover el consumo de películas, series o contenido en canales de YouTube sacando partido a los subtítulos. Esto añade una necesaria cuota de reforzamiento al mantenimiento de la lengua materna y asegura un grado importante de actividad neurocognitiva al leer en un idioma y escuchar en otro y viceversa”, explica.

En el caso de los videojuegos, Araya entrega como tip el configurar aplicaciones y consolas en su idioma de fábrica. Enfatiza que, aunque en un principio una interfaz en inglés puede arruinar la experiencia de juego, se debe seguir insistiendo. "La motivación por derrotar a un jefe, resolver un misterio o salir de un laberinto debería aportar la cuota necesaria de curiosidad para perseverar. Esto, dicho sea de paso, contribuye al desarrollo de competencias, destrezas y habilidades complementarias al aprendizaje no solo del inglés, sino de cualquier lengua o disciplina. Alimentar el deseo de saber es clave para perseverar en la maestría de inglés”, remarcó.

El docente de Pedagogía en Inglés dice que otro aspecto trascendental es el que tiene relación con la necesidad de relevancia. “Está confirmado que, en la gran mayoría de los casos, las personas aprendemos más y mejor cuando aquello que se nos presenta tiene directa relación con aquello que nos interesa o es significativo. Por ello, cae bien estar atentos a las otras áreas del conocimiento que apasionan a nuestros niños y niñas. Si a mi hija le gusta la biología marina, ¿por qué no instigarla a que aprenda cómo se llaman el delfín o la ballena en la lengua de Shakespeare?”, sostiene.

“De este modo, se establece un vínculo afectivo importante entre la lengua inglesa y aquello que más inspira a los pequeños”, añade.

En ese sentido, opina que “es de vital importancia que abandonemos la idea de que el inglés se debe aprender sólo porque será útil en el futuro. Esto se debe al hecho de que, para muchos niños y niñas, es muy difícil vislumbrar lo que ocurrirá con ellos dentro de diez o veinte años más”. “Decirle a mi hijo que debe aprender inglés para que pueda tener mejores oportunidades laborales el día de mañana es como decirle a una semilla que alguna vez se convertirá en un roble centenario: simplemente es incomprensible para él. Un aprendizaje desde el amor, en cambio, consolida vínculos que no dependen del entendimiento de nociones abstractas como ‘tiempo’ u ‘oportunidades laborales’, poniendo énfasis en el cultivo de habilidades y destrezas que se van consolidando poco a poco y que, efectivamente, rendirán aquellos frutos más utilitarios cuando resulte pertinente”, concluyó.