Opinión// Libertad cuestionada

Carta al director publicada por El Mercurio el 30 de enero de 2019

 

Señor Director:

El intenso debate que ha generado el trámite de la Ley de Fármacos II se ha centrado ahora en las indicaciones que buscan establecer como obligatoria la prescripción solo por Denominación Común Internacional (DCI) o genérico.

La libertad de prescripción es una de las manifestaciones de la libertad del ejercicio profesional y supone, en la práctica, que el médico es libre para escoger la solución más beneficiosa para el bienestar del paciente, sin más límites que las exigencias del conocimiento científico y la observancia de la ley.

En ese contexto, volver al artículo original de la Ley de Fármacos I, que establecía que el médico va a recetar el medicamento de su elección más el genérico bioequivalente, es la opción más acertada, porque eso nos da seguridad de que los pacientes recibirán un tratamiento seguro y eficaz.

La obligación de recetar solo a través del DCI favorece el intercambio, pero no da seguridad al paciente ni al médico, porque finalmente no sabe cuál es el medicamento que le entregaron al paciente en la farmacia.

En este sentido, la eliminación de las marcas no contribuye a darle a cada enfermo lo que necesita, puesto que el profesional de la salud se verá obligado a recetar por genérico y no por la experiencia clínica que solo el médico tiene. Cada ser humano es único. Un medicamento que resulta eficaz en uno, puede no serlo en otro.

Enrique Paris
Decano de la Facultad de Ciencias
Universidad Mayor
Ex presidente del Colegio Médico