Investigadora U. Mayor realiza hallazgo que redefine las subespecies de la “ballena fin”

La bióloga marina María José Pérez-Álvarez, investigadora del área de Ecología Poblacional de Cetáceos de la Escuela de Medicina Veterinaria, estudió por largos años a este animal, que en Chile habita zonas como Las Reservas Marinas Isla Chañaral e Isla Choros-Damas, y que es la segunda especie de mayor tamaño luego de la ballena azul.


La doctora María José Pérez-Álvarez, Bióloga Marina, PhD en Ciencias e investigadora del área de Ecología Poblacional de Cetáceos de la Escuela de Medicina Veterinaria U. Mayor, publicó un valioso estudio científico tras largos años de investigación sobre la denominada “ballena fin”, la segunda especie de mayor tamaño luego de la ballena azul, y que llega a medir hasta 27 metros.

Desde 2007, la científica – quien también es parte del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y de la organización Eutropia-, ha estudiado en profundidad dicho grupo de cetáceos, que habita zonas como Las Reservas Marinas Isla Chañaral e Isla Choros-Damas en Chile.

Así, gracias a los aportes de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID, FONDECYT) entre otros, su extensa exploración ahora desemboca en una importante publicación científica en la revista internacional Frontiers in Marine Science. 

Entre sus hallazgos destaca que hasta ahora eran cuatro las subespecies de “ballena fin” -Balaenoptera physalus por su nombre científico- reconocidas a nivel mundial, pero ahora Pérez-Álvarez propone con su investigación la existencia de solo tres.

A partir del trabajo colaborativo con instituciones que aportaron información del hemisferio norte, junto a instituciones nacionales que colaboraron con datos del hemisferio sur, la experta plantea que las ballenas del fin del hemisferio sur corresponderían a una sola subespecie, y que la “ballena fin pigmea” no existiría.

Además de sus descubrimientos sobre la clasificación taxonómica en esta especie, en los que la investigadora advierte que es importante entender la “identidad” de las ballenas del hemisferio sur ya que son diferentes a las del hemisferio norte, su estudio sobresale también por su contribución a la conservación de esta ballena, la cual se encuentra en categoría de conservación “vulnerable”. De hecho, fue muy perseguida y capturada en aguas chilenas, y se encuentra protegida desde la década de los 80.

Lamentablemente, expresa la bióloga marina, la ballena fin sigue amenazada en la actualidad, por ejemplo, a raíz de los choques con embarcaciones, registrándose numerosas muertes por esta causa, tanto en las costas locales como en otras alrededor del mundo. Adicionalmente, los derrames de petróleo y la contaminación acústica afectan peligrosamente a esta especie, del mismo modo que dañan a otros cetáceos y animales marinos.