Escuela de Arquitectura será encabezada por primera vez por una mujer

Gabriela de la Piedra, quien desde 2018  se desempeñaba como directora docente, asumió la dirección tras la partida de Jorge Hoehmann. La profesional además es titulada de la Escuela y realizó un postgrado, totalizando más de 25 años de relación con la Universidad. 


 

Fue en 1996 cuando Gabriela de la Piedra comenzó su unión con la Universidad Mayor, ingresando a primer año en la Escuela de Arquitectura. En 1998 ya era parte de los ayudantes del académico Romolo Trebbi y años más tarde se convertiría en titulada.

“Nunca pensé en dedicarme al área de educación, pero estaba un poco en mi ADN, porque había algunos docentes en mi familia”, cuenta la profesional, quien agrega: “Siempre pensé que iba a ejercer como proyectista, pero ya con las cátedras de ayudantía le empecé a encontrar el gusto a dictar clases y cuando terminé el pregrado comencé a dictar algunas asignaturas en otras universidades”.

Luego, su destino la volvió a traer a su alma mater como académica, tras un llamado de Jaime Matas, el decano de ese entonces. Junto a ello, cursó en la misma Escuela el Magister de Historia Crítica del Arte y la Arquitectura, y asumió sus primeros desafíos en el Centro de Difusión de la Escuela, donde el principal objetivo era ser un nexo entre alumnis y académicos.

También ha ejercido como presidenta del Comité para la Artes U. Mayor, es miembro del Comité Curricular de la carrera y tiene una destaca trayectoria en gestión cultural, participación en bienales y publicación de artículos en revistas especializadas.

En 2018 aceptó ser la directora docente y hace algunos días, tras la partida de Jorge Hoehmann, se convirtió en la primera mujer en asumir la dirección de la Escuela de Arquitectura.

“Creo que este nombramiento ha sido un camino de mucho esfuerzo, perseverancia y del cual me siento súper orgullosa”, dice la nueva directora.

Transformación académica

- ¿Cómo ha ido cambiado la Escuela de Arquitectura a lo largo de los años?

“Esta es una carrera muy de hombre y pensada para hombres. De hecho, cuando estudiaba el pregrado solo había una profesora mujer, pero hoy eso ha cambiado. Mi nombramiento es un hito y me encanta ser parte de estos cambios y demostrar que en esta Universidad se puede crecer profesionalmente y además que se valora a las mujeres. Creo que hay una etapa más inclusiva. También, hace 10 años eran 30% las mujeres que ingresaban y se titulaban en la carrera, en la actualidad se ha equilibrado y hay un 52% de mujeres que desean ser arquitectos y estudian la carrera”.

- ¿Cuáles son los desafíos de este nuevo cargo?

“La transformación es parte de nuestros desafíos. No sólo está cambiando el currículum, sino que hay más inclusión y debemos tener una interconexión con otras carreras para hacer ese trabajo inclusivo. Lo importante es que los alumnos entiendan que la arquitectura conecta muchas cosas y en esta nueva etapa hay tres líneas fundamentales: talleres donde se va a ver desde la representación a las estructuras; una línea de sustentabilidad social, donde se incluye la participación de las comunidades, que es algo fundamental hoy; y, tercero, enseñar sobre gestión e innovación, para entender las políticas públicas y comprender cómo hacer proyectos, y que eso vaya asociado a entender la ciudad. Quizás esta última línea hasta puede hasta transformase en un desarrollo de postgrado, pero es importante que entiendan lo básico de ello en el pregrado”.