La mediación en el teatro: un proceso activo que transforma al público en agente activo

María Paz López Umaña, Muriel Miranda Gacitúa, Diana Fraczinet escriben columna de opinión sobre la mediación en el teatro.
Mayo es el mes del teatro. Es también el mes en que se desarrollan actividades para promover la educación artística. Ambas efemérides se cruzan en un concepto que creemos relevante poner en la palestra, pero por sobre todo, inscribir en la formación de nuestros y nuestras artistas. Hablamos de la mediación.
La mediación es el conjunto de estrategias mediante las cuales buscamos aproximar la experiencia artística al público más allá del rol de mero espectador o espectadora.
Nosotras, profesionales de las artes escénicas, somos parte de la Escuela de Teatro de la U Mayor, plantel que ha incorporado a partir del año 2024, la asignatura de Mediación en artes escénicas, formación, territorio y comunidades, dentro de su programa de estudios. Esta mirada se cruza además con una especial y significativa iniciativa de este año: la ejecución del proyecto de Teatros Universitarios, en el cual la Escuela desarrollará dos obras: El Rey Lear de William Shakespeare y Los que van quedando en el camino de Isidora Aguirre. Allí, la mediación será una pieza clave al acercar a los públicos, porque darle énfasis a la experiencia y la vinculación es uno de los objetivos que tenían antiguamente los Teatros Universitarios, y nos hace todo el sentido poner un foco ahí.
A través de actividades que fomenten la participación, la reflexión, el diálogo y la creación de experiencias, dispositivos, instalaciones, folletos, conversaciones, preguntas y por supuesto la realización de talleres y clínicas, buscaremos acercar a aficionados y estudiantes a las prácticas artísticas, a los procesos creativos y a la entrega de herramientas para profesionalizar las prácticas y establecer lugares o espacios de conexión que sean verdaderas instancias de vinculación, aprendizaje y apertura.
En definitiva, concebimos la mediación como un proceso vivo que transforma al público en un agente activo: no se trata solo de transmitir una obra, sino de diseñar y probar dispositivos que convoquen a la reflexión antes, durante y después de la función. Introducir la mediación implica repensar el proceso creativo como un bucle continuo: cada dispositivo que diseñamos para el público retroalimenta el trabajo de la compañía y de los y las estudiantes. Ese diálogo directo enriquece su sensibilidad como creador y subraya que todo gesto escénico tiene un eco en el público.
Este es el llamado que hacemos: a incluir la mediación en los procesos creativos y formativos, con las y los estudiantes de las escuelas de teatro, pero por sobre todo, con los públicos. Los procesos de mediación sitúan al público en el centro de la creación artística y generan un espacio de participación donde se validan las preguntas, se valora la escucha activa y se busca comprender las dinámicas sociales y temáticas que atraviesa una obra.
Así, aplicar la mediación podría generar una comunidad artística tanto dentro como fuera de los centros e instituciones culturales. Sabemos que el arte es una parte esencial de una educación integral, y que nos ayuda a desarrollarnos de forma más completa. En este mes de mayo, larga vida al teatro como herramienta de educación artística y participación.
María Paz López Umaña
Muriel Miranda Gacitúa
Diana Fraczinet
Escuela de Teatro U Mayor