Comunitaria y enriquecedora, así fue la Práctica de Verano de Ingeniería Forestal en el Maule

Ocho estudiantes de cuarto y quinto año participaron de las actividades realizadas en las comunas de Hualañe, Empedrado, San Javier y Constitución, entre el 3 y el 9 de enero. “Es una instancia bastante enriquecedora de habilidades blandas, donde se prioriza la vinculación con la comunidad y la asesoría con nuestros conocimientos técnicos”, dice Maximiliano Saldías, futuro ingeniero forestal U. Mayor.



Con el fin de adquirir habilidades para su desarrollo profesional, ocho estudiantes de cuarto y quinto año de la carrera de Ingeniería Forestal llegaron hasta la Región del Maule para sumarse, entre el 3 y 9 de enero, a la Práctica de Verano que ofrece esta Escuela.

¿El objetivo? Desarrollar competencias para el manejo de habilidades comunicativas; habilidades básicas de investigación, razonamiento científico y herramientas cuantitativas; destreza para acceder y usar las herramientas tecnológicas, en especial las de información, y autoaprendizaje y desarrollo personal.

Para ello realizaron diversas actividades en cuatro comunas de la Región: Hualañe, Empedrado, San Javier y Constitución, donde los estudiantes, junto a la comunidad, trabajaron en diagnósticos ambientales rápidos, además de talleres y mapeo participativo.  

“Participé en talleres con el fin de aportar a la comunidad, que actualmente está sufriendo una escasez hídrica severa”, cuenta Maximiliano Saldías de quinto año, quien revela que esta fue una experiencia “bastante enriquecedora de habilidades blandas, donde se prioriza la vinculación con la comunidad y la asesoría con nuestros conocimientos técnicos”.

Fue así como, en conjunto a las personas del lugar, identificaron las principales problemáticas del territorio, además de las zonas seguras ante posibles incendios forestales. “Se instruyó acerca de las técnicas de prevención de incendios y se informó sobre cómo abordar los problemas que ellos identificaron en el transcurso de los talleres”, detalla.

“El mayor beneficio”, añade el estudiante, “fue la retroalimentación de las distintas realidades vividas, es decir, abrir los ojos para no olvidar que la escasez hídrica es un problema real y que actualmente afecta a muchas comunidades”.

Por su parte, Francisca Yévenes, también de quinto año, señala que además de identificar las principales problemáticas que existían en el lugar, relacionadas con los incendios forestales y el agua, también visitaron diversas industrias forestales, como aserraderos y plantas de bioenergía, y compartieron con comunidades recolectoras de hongos y plantas medicinales.

“Para mí fue una experiencia súper gratificante, que nos permitió tener otra mirada, tanto de la industria forestal como de las pequeñas recolectoras. Valoro mucho el poder ir a terreno, poder ver una realidad distinta, y el involucrarse a través de experiencias únicas, es algo inexplicable, eso es lo más importante, el relacionarte con las personas y el poder entregar algo, ser un factor de cambio”, reflexiona. 


Mirada técnica y saberes locales

Según explica la académica y coordinadora de Prácticas de la Escuela de Ingeniería Forestal, Cybelé Guajardo, la Práctica Estival II se enfocó, en esta oportunidad, en el desarrollo local comunitario, con el fin de “levantar información sobre las problemáticas ambientales del sector con una mirada de análisis de paisaje”. Para ello, centraron su atención en los incendios forestales y escasez hídrica, siendo estas las problemáticas más urgentes en la localidad. “El ejercicio apunta a construir en conjunto con la comunidad soluciones desde la mirada técnica y de los saberes locales”, asegura.

“Se dio una relación bien bonita en la disposición que tuvo la comunidad para trabajar en conjunto y cómo los estudiantes estuvieron abiertos a aprender, a comunicarse y a vivir otra realidad. Es una muy buena experiencia en términos educativos”, destaca. 

 

Cabe mencionar que los estudiantes de la Escuela de Ingeniería Forestal realizan dos prácticas estivales, divididas en dos semanas cada una.

La Práctica Integrada de Verano I, se llevará a cabo la próxima semana en Cuncumen, con alumnos de tercer año. En tanto, la Práctica Estival I y la II incluyen una segunda semana, cuyas fechas serán definidas en marzo. "La segunda parte de la Práctica II se realizará en San Juan de la Costa, provincia de Osorno, con comunidades mapuche-huilliche, donde trabajaremos el tema de restauración de ecosistemas", adelanta la académica.