Investigación // Investigadora alemana detalló las principales consecuencias que generan las desigualdades sociales en América Latina

Invitada por el Doctorado en Políticas Públicas de la Universidad Mayor, la doctora en Ciencias Políticas de la Freie Universität de Berlín, Bettina Schorr, donde sostuvo que la inequidad afecta a las instituciones democráticas, el medio ambiente y la cohesión social. “Eso, a la larga, crea problemas de legitimidad, porque la gente deja de creer en la democracia y empieza a apoyar a presidentes autoritarios o populistas”, explicó.

 

La investigadora alemana Bettina Schorr, directora académica del programa de postgrado en Desarrollo Sostenible y Desigualdades Sociales en la Región Andina (trAndeS), iniciativa conjunta de la Freie Universität de Berlín y la Pontificia Universidad Católica del Perú, afirmó que las desigualdades sociales persistentes en América Latina impiden lograr acuerdos sociales, económicos y ecológicos más sostenibles.

En una charla organizada por el Doctorado en Políticas Públicas de la Universidad Mayor, en conjunto con el Centro de Economía y Políticas Sociales (CEAS), la doctora en Ciencias Políticas comentó que Latinoamérica, en especial la región andina, es el lugar más desigual del mundo, “donde la concentración de riqueza suele llevar a grupos poderosos a influenciar la política pública y las reglas para poder generar desarrollo sostenible en las dimensiones ambiental, social y económica”.

Según Schorr, “las desigualdades sociales afectan las instituciones democráticas, ya que crean situaciones en las cuales unos se imponen a otros y eso es contrario a la idea de democracia, donde todos pueden votar y participar. Eso, a la larga, crea problemas de legitimidad, porque la gente deja de creer en la democracia, empieza a apoyar a presidentes autoritarios, populistas, que no se rigen por criterios transparentes y democráticos”.

La experta agregó que la desigualdad también afecta el medio ambiente, “pues induce a gente discriminada a incurrir en actividades depredadoras que dañan el ecosistema. También es mala para la cohesión social, porque crea actores muy diferentes en cuanto a sus intereses y medios para imponer sus intereses”.

La investigadora alemana sostuvo que la desigualdad entre los niveles del Estado dificulta las posibilidades de los territorios de desarrollarse, porque “existe un Estado central que impone ciertos proyectos que no necesariamente son congruentes con los intereses de desarrollo locales”.

Schorr explicó que, en el concepto original, las instituciones públicas aparecen como aquellas que pueden empujar el desarrollo sostenible a través de la adopción e implementación de reglas, pero en relaciones de desigualdad y asimetrías de poder, suelen dañar de forma significativa a la institucionalidad pública.

Finalmente, la experta señaló que la reducción de las desigualdades sociales es crucial para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por Naciones Unidas en su Agenda 2030, como la pobreza, el hambre, la falta de acceso a una educación de calidad, atención de salud, agua potable e higiene.