¡Tu voz importa! U. Mayor abre espacios de participación en su proceso de Autoevaluación Institucional

Las mesas de trabajo participativas son fundamentales para recoger las opiniones de la comunidad universitaria y construir el Informe de Autoevaluación Institucional, documento clave para el proceso de Acreditación 2026 ante la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), además de reforzar una cultura comprometida con la mejora continua y la transparencia.
Evelyn Guzmán, directora general de Aseguramiento de la Calidad, anunció el inicio de una nueva etapa de la Autoevaluación Institucional, que es parte del proceso para alcanzar la quinta Acreditación Nacional de la Universidad y que busca fortalecer el compromiso con la calidad, la participación y la mejora continua en todas las áreas de la institución.
Se trata realización de las mesas de trabajo participativas, que son espacios colaborativos en los que toda la comunidad podrá reflexionar en torno a los estándares de calidad definidos por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA).
Estas mesas se desarrollarán bajo la metodología de Design Thinking, promoviendo la creatividad, la empatía y el análisis colectivo, con apoyo de facilitadores técnicos que sistematizarán los hallazgos con base en una rúbrica previamente establecida.
Tres mesas, un propósito común
Tanto estudiantes, académicos y colaboradores, contarán con sus propias mesas de trabajo, que se reunirán en dos sesiones online. ¿El propósito? Recoger opiniones, identificar fortalezas y brechas, y contribuir activamente al Informe de Autoevaluación Institucional.
“Este espacio es clave para que quienes vivimos el quehacer universitario podamos aportar desde nuestras experiencias y perspectivas, fortaleciendo una cultura de calidad compartida y sustentada en la evidencia”, señaló Evelyn Guzmán.
Las temáticas abordadas incluyen dimensiones como gestión institucional, docencia de pregrado, investigación, vinculación con el medio, inclusión, equidad y aseguramiento de la calidad, entre otras. El enfoque es construir un diagnóstico institucional sólido, participativo y honesto, que no solo cumpla con los criterios exigidos por la CNA, sino que también permita proyectar una universidad más consciente y preparada para los desafíos del entorno.
La directora agregó que el proceso no termina con esta Autoevaluación. “Los resultados se traducirán en un Plan de Mejora con acciones concretas, metas, indicadores y plazos, fomentando una gestión basada en evidencia y orientada al perfeccionamiento continuo”.
Además, Guzmán destacó que, gracias a los aprendizajes obtenidos en procesos de acreditación anteriores, esta vez se ha podido perfeccionar la metodología, incorporando herramientas más visuales y sistemáticas, mayor integración de indicadores y una mejor articulación con el Plan de Desarrollo Institucional.
“Cada ciclo de Autoevaluación no solo nos deja un informe, también nos deja una universidad más consciente, comprometida y sólida, preparada para enfrentar los desafíos del entorno con solidez y legitimidad. Queremos que todas y todos se sientan parte de este proyecto educativo, y que se apropien del propósito de calidad que compartimos”, enfatizó la líder del comité técnico del proceso de Autoevaluación.