Bidireccionalidad y mejora continua: Vinculación con el Medio fortalece su modelo alineado a las exigencias de la CNA

La Universidad Mayor ha consolidado un sistema de evaluación y retroalimentación que permite evidenciar el impacto académico y social de la Vinculación con el Medio (VcM), fortaleciendo su aporte a la mejora continua y a la bidireccionalidad exigida por la CNA.


 

En el marco del actual proceso de acreditación nacional, la Universidad Mayor ha registrado avances significativos en el desarrollo de la dimensión de Vinculación con el Medio, especialmente a partir de la implementación de un modelo que permite evaluar de manera sistemática su contribución tanto al entorno como a la formación académica.

Así lo explica Natalia Mackenzie, directora general de Vinculación con el Medio, quien detalla que en los primeros procesos de acreditación esta dimensión se enfocaba principalmente en la sistematización cuantitativa de actividades.

“El modelo se limitaba a caracterizar los mecanismos de vinculación y a contabilizar actividades, pero no necesariamente evaluaba su aporte a la mejora académica ni la contribución que generaban en el entorno”, señala.

Durante los últimos años, la Universidad incorporó un sistema evaluativo y de seguimiento que permite analizar la contribución real de las actividades de Vinculación con el Medio. Usando herramientas como encuestas de satisfacción, evaluaciones cualitativas y focus group, se ha logrado conocer el impacto del trabajo desarrollado con actores externos y el aporte disciplinar de estudiantes y docentes.

“Lo que hemos incorporado es un sistema que no solo evalúa la contribución a la sociedad, sino que también permite identificar y valorar los aprendizajes que la comunidad universitaria obtiene a partir del contacto con desafíos reales. A este proceso lo denominamos retroalimentación académica, un elemento clave para la mejora continua”, explica Mackenzie. 

Retroalimentación académica y mejora continua

Uno de los pilares del modelo es el informe anual de retroalimentación académica, elaborado por todas las unidades académicas de pregrado y posgrado. En estos documentos se reflexiona sobre los aprendizajes obtenidos a partir de las actividades de Vinculación con el Medio y se identifican hallazgos relevantes para la formación profesional.

“Las actividades funcionan como verdaderos sensores de las necesidades del entorno disciplinar en contextos reales. A través de ellas, los docentes observan cómo los estudiantes enfrentan problemáticas concretas e identifican brechas que luego se abordan, por ejemplo, incorporando nuevos contenidos o metodologías en las asignaturas, lo que permite preparar mejor a los futuros profesionales para los desafíos reales de la disciplina”, afirma la directora. 

Estos informes - que consolidarán ciclos sistemáticos de evaluación - son analizados por los comités curriculares, que a partir de los hallazgos definen planes de acción para la mejora académica.

Las acciones pueden traducirse en ajustes microcurriculares, como nuevas metodologías o contenidos, o en cambios macrocurriculares, que incluso pueden impactar el perfil de egreso, los que requieren validación por instancias colegiadas institucionales. Esto último, va ligado con uno de los requisitos fundamentales para alcanzar el nivel 3 en el proceso de acreditación: demostrar que estos procesos son sostenidos en el tiempo. 

“La CNA exige que la bidireccionalidad y la mejora académica sea sistemática, no es algo que pueda ocurrir de manera aislada. Estamos ahora completando el primer ciclo de retroalimentación y el desafío ahora es demostrar que este sistema sigue funcionando y generando mejora continua”, indica Mackenzie.

Fortalezas del modelo y proyectos en desarrollo

Entre las principales fortalezas de la dimensión, la directora destaca que el modelo se centra en el aprendizaje en contextos reales. “El enfoque principal del modelo es el aprender haciendo, basado en problemáticas reales y necesidades sociales relevantes. Es una educación muy distinta a la memorización descontextualizada de contenido disciplinar”, enfatiza.

Esta mirada se ve reflejada en diversos proyectos que actualmente desarrolla la Universidad, como la atención psicológica a funcionarios de la Posta Central, en colaboración con la Escuela de Psicología y el CAPS; el apoyo al diseño del plan estratégico de la institución, mediante talleres participativos liderados por la D-School; el diseño de iniciativas para 2026 junto a Terapia Ocupacional, orientadas al desarrollo de ayudas técnicas con impresión 3D, y la creación de una escuela digital que tiene como objetivo acortar brechas en adultos mayores.

Estos avances permiten a la UM fortalecer su compromiso con el entorno, evidenciando de manera concreta cómo la Vinculación con el Medio impacta positivamente tanto en la sociedad como en la formación de sus futuros profesionales.