Deportes//Campeona nacional de rodeo cuenta cómo se abrió espacio entre las colleras masculinas

Con apenas 20 años, la estudiante de Terapia Ocupacional, Constanza Meza, ya suma 3 finales femeninas en su disciplina. ¿Su receta? Mucho trabajo, disciplina y amor por los caballos.

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El pasado 6 de mayo, en la medialuna de Valdivia de Paine, se desarrolló la versión 2018 del Campeonato Promocional de Rodeo Femenino, donde una dupla se llevó todos los aplausos. Es que por segundo año consecutivo, Marcela Romagnoli y Constanza Meza se llevaron el primer lugar, montando a Tamiro y Manojito.

Con este triunfo, Meza, de 20 años y estudiante de primer año de Terapia Ocupacional en la Universidad Mayor completó tres títulos nacionales consecutivos en el rodeo femenino. En 2016 ganó con Nicole Méndez y en 2017 y 2018 con Romagnoli.

En esta entrevista, la joven nos cuenta cómo lo ha hecho y cuánto le ha costado. Y aún más importante: ¿Cómo ha interactuado en el mundo de las riendas, colleras y novillos?.

-Constanza, ¿Cómo te iniciaste en el rodeo? ¿Cómo fue ese proceso?

“Me inicié en el rodeo a los 13 años, aunque los caballos me han gustado siempre. Cuando era pequeña mis padres no podían llevarme a montar ni tenían los recursos que requiere la disciplina, como un entrenador o un caballo propio, pero con el paso de los años salieron de sus problemas financieros, notaron mi entusiasmo y tomaron el riesgo de comprarme mi primera yegua. Con todo esto me enamoré del rodeo y todo lo que conlleva. Comencé a practicar 2 veces por semana, hasta que llegó el día en que mi entrenador (Bernardo Meza) me dio el “sí” para poder competir por primera vez. Desde entonces no me he bajado de los caballos por nada del mundo”.

¿Cómo compatibilizas tus tiempos entre el rodeo y los estudios?

“Bueno, este es mi primer año en la universidad, lo que ha generado un cambio enorme en mi rutina, ya que antes tenía mucho más tiempo para practicar. La verdad es que con el paso de los meses he aprendido a organizarme y practicar lo suficiente para obtener un buen rendimiento, tanto en los caballos como en la universidad”.

¿Por qué decidiste estudiar Terapia Ocupacional en la U. Mayor?

“Porque siempre me interesó el área de la Salud. Elegí Terapia porque es una carrera muy linda y llenadora en todo ámbito, y la Universidad Mayor porque tiene una rama de rodeo muy activa. Eso, sumado a que conocía a grandes corredores que me contaban que la universidad les daba mucho apoyo, lo que me terminó por convencer”.

¿Qué se siente tener recién 20 años y haber obtenido tu tercer Campeonato Nacional?

“Obtener el primer lugar este año fue una alegría y una emoción inmensa ya que nunca pensamos que lo lograríamos. En el cuarto animal sumábamos sólo 15 puntos y quedaban por correr dos colleras de 20 y 19 puntos. Por lo tanto, pensábamos sólo en hacer lo mejor posible y dejarlo en las manos de Dios.

Para ser honesta, al momento de correr no llevaba en mi cabeza los puntajes del resto, sólo iba a disfrutar del último toro. Al final, y cuando el secretario anunció nuestro total alcanzado, fue un momento de mucha felicidad”.

El mundo del rodeo suele ser más asociado a los hombres ¿encuentras que es machista?

“En este tiempo que he estado activa he notado que sí, son bastante machistas, pero a su vez hay bastantes corredores que nos apoyan y que les encanta ver mujeres a caballo. Por mi parte, me ha tocado vivir varias situaciones machistas, por ejemplo, que siempre se nos asocie al “movimiento a la rienda”, que por lo general es más practicado por mujeres. Pese a ello me gustaría destacar que cada vez somos más las mujeres a las que les gusta correr, que hemos ido sumando apoyo y ganando terreno”.

¿Cómo te has abierto un espacio en esta disciplina?

“Con los años, con perseverancia, con el esfuerzo conjunto con mi familia. Siento que las mujeres hemos logrado hacernos un lugar en esta disciplina. Se nos caracteriza por el amor a nuestros caballos y por la humildad en cada actividad que realizamos”.

¿Te consideras una mujer empoderada?

“Sí, me considero una mujer empoderada porque en el rodeo me he preocupado siempre de demostrar que podemos destacar sin dejar de lado nuestra feminidad. Recalco esto porque como se trata de un rubro machista, las mujeres tenemos que vestirnos igual que los hombres, lo que para muchos es vernos “ahombradas”. En mi caso particular, siempre trato de ser femenina, usar montura de mujer, dejar mi cabello largo para que se note que soy mujer y que puedo correr igual que un hombre. Me gusta marcar mis rasgos femeninos y siento que de a poco hemos ido marcando la diferencia y ganando terreno”.

¿Cómo te proyectas en el rodeo y tu futuro como terapeuta?

“Como terapeuta espero poder llevar a cabo mi vocación de la mejor manera posible y que eso me permita continuar con mis caballos, ya que son caros de mantener. Mi propósito es costear esto con mis propios recursos y qué mejor hacerlo con lo que más me gusta hacer.

En cuanto al rodeo, pretendo seguir corriendo, seguir aprendiendo -ya que uno nunca deja de aprender-, mantener la pasión por lo que hacemos y nunca dejar este hermoso deporte que representa a nuestro país”.