Ejercicio //Académico revela los mitos modernos en torno al ejercicio y la baja de peso

Combatir las falsas creencias en torno al ejercicio es el primer paso para la promoción de la actividad física como parte de una vida sana. Por ello, Mario Di Santo, especialista argentino que estuvo de visita en la U. Mayor, entregó algunas claves al respecto.

Como parte de la formación de los estudiantes del Magíster en Medicina y Ciencias del Deporte y del Magíster en Fisiología del Ejercicio, la Universidad Mayor recibió recientemente la visita del académico argentino Mario Di Santo, reconocido a nivel sudamericano por sus métodos de trabajo, especialmente en la prevención de lesiones deportivas y publicaciones en torno a la neurociencia.

En medio de su visita, el académico fue consultado por Diario Mayor acerca de los principales mitos que han surgido en torno al ejercicio en el último tiempo, y también respecto de la mercadotecnia que ha emergido alrededor de la promesa de conseguir un aspecto saludable.

 

- Profesor, ¿es cierto que se empieza a “quemar grasa” solo después de 30 minutos de ejercicio?

Depende del tipo de ejercicio, todo forma parte de un proceso. Nosotros por lo general no usamos el continuo estable (se privilegian los intervalos). Según método, el metabolismo de las grasas necesita primero la metabolización de los carbohidratos y después tomar la grasa y, de acuerdo con el método, esto puede tomar más o menos tiempo. Lo que quiero decir es que no con todos los métodos de entrenamiento es necesario esperar el crossover (paso de carbohidratos a grasas) que lleve tantos minutos para combustionar las grasas.

 

- Para “quemar grasa”, ¿los ejercicios deben comenzar con una alta o una baja intensidad?

“Algunos plantean que no es buena una alta intensidad inicial, bajo algunos argumentos de que eso inhibe la beta-oxidación y la fosforilación oxidativa y el empleo de grasa como combustible. Pero muchas veces hay ciertos argumentos que muestran que las altas iniciales provocan un efecto de consumo inicial de glucógeno, restándole su chance y competitividad con las grasas durante el resto del entrenamiento y obligando también a un mayor consumo de grasas post entrenamiento para el restablecimiento de los tanques de glucógeno, más la liberación hormonal.

 

- En cuanto a la dieta en torno al ejercicio, ¿es necesario excluir las grasas?

“Es muy relativo, pero creo que las dietas se deben plantear sin ningún tipo de radicalización, grasas no, carbohidratos no, carbohidratos sí, y viceversa; no tiene ningún sentido eso, tiene que ser algo armado para cada sujeto a cargo de especialistas actualizados”.

 

- ¿Es más efectivo el ejercicio sin pausas, sin tiempos de descanso?

“Eso también es un mito, en el sentido de que fraccionar el ejercicio con trabajos, de altas intensidades repetidas con pausas entremedio, es un potente estimulador del sistema de transporte de oxígeno. Por lo tanto, esto de que para reducir grasas es necesario un ejercicio continuo sin nunca detenerme, también está lejos de la realidad”.

 

- ¿Ejercicios como el Pilates, el yoga o la natación son efectivos para bajar de peso?

“Tanto el Pilates como el yoga tienen una tasa de dispendio de energía muy baja, el coste calórico total de una actividad es clara para la baja y la mantención del peso. El yoga y el Pilates son de bajo consumo calórico, por lo tanto, no conozco yoga o Pilates adaptado para la baja de peso, y en caso de que existieran tendrían que demostrar bastante su efectividad. La natación depende cómo se practica y quién la práctica, además de otros factores”.

 

- ¿Hay algún deporte que pueda ayudar a la baja de peso?

“Todo depende de la intensidad, pero en rigor este no es el objetivo de los deportes, no hay deportes adaptados para los distintos problemas de salud, hay ejercicio adaptado para los problemas de salud. Ningún deporte fue diseñado para una determinada enfermedad”.

 

- En ese caso, para el control de peso, ¿es más recomendable el gimnasio que realizar algún deporte?

“Sin sombra de duda, (recomiendo practicar) deportes con objetivos recreativos o con objetivos agónicos, en el sentido de poder canalizar toda la agresividad que acarreamos desde etapas ancestrales de la historia evolutiva, pero no buscando en el deporte un efecto preciso, metabólico, bioenergético, para combatir un problema como la obesidad”.

 

- ¿Es la sudoración un signo visible de que el ejercicio se está realizando de manera eficaz?

No, es también un mito. Uno al sudar libera agua, pero eso no es indicador de lo que está pasando en el interior de mi organismo con los procesos fisiológicos. Todavía seguimos viendo en la ciudad gente que para bajar de peso se pone bolsas de nylon con un riesgo muy importante para la salud porque se deshidratan y la regulación térmica falla. Por lo tanto, no solamente es mítico, es realmente riesgoso, porque se pueden deshidratar a niveles peligrosos”.

 

- ¿Las cremas reductoras que vemos en el mercado y los masajes para la baja de peso sirven para eliminar grasa?

También es un mito. Ni cremas ni masajes modifican el control motor ni el metabolismo, para nada, es uno de los tantos mitos que hay. La comercialización de productos a partir de enunciados míticos, o, dicho en otros términos, enunciados que engañan, favorecen la comercialización de todo este tipo de alternativas y alejan a la población de iniciar conductas y procederes que los lleven a una vida motrizmente activa”.

 

- Las cápsulas comercializadas genéricamente como “quemadores de grasa”, ¿tienen alguna efectividad a la hora de buscar soluciones para el sobrepeso o la obesidad?

“La palabra es seductora, tomo una píldora que opera a la manera de una lámpara mágica, que derrite mi grasa y en rigor eso no existe. Claro, muchos de ellos son aceleradores del metabolismo que combinados con ciertos factores de riesgo pueden ser hasta peligrosos, la misma palabra tiene un mecanismo de engaño, seductor, que nuevamente aleja a la gente de una vida saludable”.

 

- ¿En qué casos este tipo de cápsulas son necesarias?

“Mi opinión muy, muy personal es que nada es más necesario que un buen sistema de entrenamiento. Cuando hay un buen sistema de entrenamiento y compromiso de la persona para cumplirlo no hace falta nada de eso. Para mí, esos casos son absolutamente excepcionales o no existen esos casos”.