Investigadores U. Mayor son parte de la mayor Asociación de Científicos Españoles de América Latina

Alberto Martin, del Centro de Genómica y Bioinformática, y Cristóbal Galbán, del Centro de Genómica, Ecología y Medio Ambiente, forman parte de esta iniciativa que reúne a 125 académicos que llegaron desde España a Chile, con el fin de compartir experiencias y difundir sus trabajos académicos.


 

Alberto Martin es investigador del Centro de Genómica y Bioinformática U. Mayor y hace 8 años llegó a Chile desde España. Es miembro fundador de la Asociación de Científicos Españoles residentes en el país, cuya ceremonia de formación se realizó el pasado 7 de marzo en el Centro Cultural España de la capital.

El académico explica que el objetivo del grupo es promover el encuentro y los intereses de la comunidad de investigadores españoles residentes en Chile, que ya cuenta con 125 miembros de distintas disciplinas, convirtiéndose en el más grande de América Latina. Además, la idea es realizar reuniones periódicas en las que los integrantes muestren sus trabajos.

“El hecho de que el consulado de tu país te contacte ya es sorprendente. Localizarnos a todos y después ponernos en contacto es muy bueno”, dice Martin sobre la iniciativa y destaca que conocer a otras personas que trabajan en distintas áreas abre muchas posibilidades. “Uno colabora mejor con gente con que tiene más afinidades, y con esta iniciativa va a ser mucho más fácil establecer contactos con otros investigadores con los que la barrera cultural no existe”, dice.

El académico del Centro GEMA, Genómica, Ecología y Medio Ambiente, Cristóbal Galbán, también pertenece a esta asociación. Llegó a fines de 2014 al país por motivos personales y tras haber terminado recién su postdoc.

“La crisis de 2008 provocó un problema de financiamiento en España, se bajaron las subvenciones y las renovaciones de contrato, lo que motivó que muchos investigadores jóvenes, con buenas capacidades y formación, buscaran otros rumbos en otros países”, cuenta.

Para él, Chile destaca entre otros destinos de la región. “Es un ecosistema científico maduro, bien organizado, con investigadores de nivel mundial establecidos en el país y además no hay una barrera idiomática para ejercer docencia. Ha sido un buen sitio para llegar”, dice.

Respecto a la asociación, considera que “es una iniciativa genial y espero que siga adelante”.