Científicos comprueban que islas de árboles pueden contrarrestar el daño ambiental ocasionado por los monocultivos

Dylan Craven, investigador del Centro de Modelación y Monitoreo de Ecosistemas U. Mayor, participó en un estudio internacional, publicado en Nature, que observó durante 10 años el efecto de la instalación de estos conjuntos de árboles locales entre las plantaciones de palma aceitera en Indonesia. ¿Las conclusiones? Aumenta la biodiversidad del área sin reducir la productividad y es eficaz para evitar incendios forestales.


 

El aceite de palma es uno de los ingredientes que está presente en prácticamente cada producto que consumimos a diario. Su alta demanda ha provocado que el cultivo intensivo de palmas aceiteras, sobre todo en el sudeste asiático, genere una enorme pérdida de biodiversidad y funciones ecológicas esenciales para el planeta.

Por ello, una red de colaboración internacional impulsada por la Universidad de Gottingen en Alemania, en la que participa el Centro de Modelación y Monitoreo de Ecosistemas (CEM) de la Universidad Mayor, puso a prueba una nueva estrategia forestal para la restauración ecológica de las plantaciones aceiteras en Indonesia.

Los científicos instalaron 52 islas de árboles de especies locales en una plantación industrial de palma aceitera en la isla de Sumatra, monitoreando durante 10 años los efectos, tanto en la restauración ecológica como en la producción.  Tras 5 años de observación comprobaron un aumento significativo de la biodiversidad y la restauración de los procesos ecológicos, sin bajar la producción.

“Nuestra publicación entrega evidencia de que se puede restaurar la biodiversidad y el funcionamiento ecosistémico de paisajes dominados por monocultivos a través de islas, sin perjudicar la producción - en este caso - del aceite de palma. Observamos que la diversidad de múltiples grupos taxonómicos aumentó con el tamaño de la isla, por la mayor heterogeneidad estructural de la vegetación de islas más grandes”, detalló Dylan Craven, director del CEM U. Mayor y co-autor de la publicación.

El ecólogo sostiene que estos resultados, que fueron publicados en Nature, sugieren que “en Chile se podrían establecer islas de restauración dentro de las plantaciones forestales, que podrían impactar positivamente en la diversidad nativa y posiblemente podrían mermar la capacidad de incendios de esparcirse en plantaciones”.

Aunque el científico aclara que antes de aplicar una solución de esta naturaleza en Chile sería necesario estudiarla en terreno, sostiene que podría ser un enfoque para considerar dentro de un nuevo modelo forestal que permita evitar los daños de los incendios forestales asociados a los monocultivos en el país.