Educación ambiental// Escuela de Ingeniería Forestal realiza actividad de educación ambiental junto a escuela rural de Paine

En la jornada, realizada este 6 de diciembre, estudiantes de la asignatura Bosque y Cambio Climático, a cargo del Dr. Alejandro Venegas, presentaron los resultados de un análisis sobre la capacidad de secuestro de carbono en dos bosques nativos del Santuario Altos de Cantillana, en dicha comuna.

 

Producido por motores en base a combustibles como el petróleo, el dióxido de carbono (CO2) es uno de los gases que más contribuye a aumentar el efecto invernadero sobre nuestro planeta. Sin embargo, no sólo las industrias son responsables por estas emisiones, ya que en promedio las personas producimos entre 4 y 5 toneladas al año, divididas entre la basura que botamos a diario (81%), la luz que utilizamos (13%) y el transporte (6%).

Estos son algunos de los ejemplos que el taller final de la asignatura “Bosque y Cambio Climático”, de Escuela de Ingeniería Forestal de la U. Mayor, presentó ante alumnos de 5° a 8° básico de la escuela rural Francisco Letelier Valdés de Rangue, en la comuna de Paine.

Esta actividad de educación ambiental, comentó el Dr. Alejandro Venegas, encargado de la asignatura, nació luego de que su curso realizará como taller final un análisis sobre la capacidad de secuestro de carbono de dos bosques nativos al interior del Santuario Altos de Cantillana, en Paine.

“El ejercicio tuvo dos objetivos. El primero era cuantificar la biomasa almacenada de un bosque esclerófilo y de un bosque higrófilo; allí se calculó cuántas toneladas de carbono capturaban ambos. En paralelo, los estudiantes también debieron estimar la cantidad de CO2 liberado por el incendio del año 2017 que afectó al sector de La Aparición”, comentó el Dr. Venegas.

El investigador detalló que el bosque higrófilo tiene más almacenamiento de este gas (170 toneladas carbono por hectárea) que el bosque esclerófilo (25 toneladas), por lo tanto: “Un incendio en ese lugar hubiese sido mucho peor”, considerando que “se estimaron 73 toneladas de dióxido de carbono por hectárea durante el siniestro del sector de La Aparición”.

Con esta información en mano, los profesionales del Santuario Altos de Cantillana plantearon la posibilidad de realizar una presentación en una de las escuelas que forman parte de los programas de educación que la reserva se encarga de realizar.

 

Una experiencia que el Dr. Venegas destacó como fundamental en el trabajo de preservación del ecosistema: “Con el taller presentamos información a través de ejemplo familiares para los chicos, como por ejemplo entender que un auto libera 2,5 toneladas de CO2 de forma anual, mientras que la capacidad de secuestro de este gas, por parte de un bosque esclerófilo, es de 3 a 5 toneladas por año”.

A lo que por último agregó: “La importancia de la educación ambiental y el impacto del cambio climático debe partir en el colegio, pero lamentablemente no es un ramo obligatorio. Y esto es especialmente relevante en escuelas rurales, donde los niños están completamente conscientes de problemas socioambientales, como la escasez hídrica que en este caso viven a diario”.