¿Cómo disminuir los agentes patógenos en casa y mantener un “aire limpio” en cuarentena?
Con simples pasos puedes lograr un hogar más libre de virus y bacterias, especialmente ahora, que las enfermedades respiratorias y el Covid-19 son un riesgo para la salud. Dos especialistas en Biotecnología de la U. Mayor entregan sencillos consejos para aplicar en casa.
A pesar que nunca lograremos una erradicación completa de los gérmenes, pues éstos viven en el ambiente que nos rodea, sí es posible disminuir al mínimo la cantidad de aquellos que son capaces de generar alguna enfermedad, con una correcta higiene personal y del hogar.
Juan Pablo Cárdenas, investigador y profesor asistente del Centro de Genómica y Bioinformática (CGB) U. Mayor, advierte que “es importante tener un cierto grado de exposición a materiales patógenos para desarrollar inmunidad y mejorar nuestras defensas”.
Además, explica que un patógeno, “es cualquier agente infeccioso, como virus, bacterias y hongos, capaz de inducir enfermedades en otro individuo; los que generalmente se dispersan en el aire, por lo que es necesario tener un riguroso control de éste al interior de los hogares”.
Así también coincide la Dra. Annette Trombert, directora de la Escuela de Biotecnología, quien explica que al renovar el aire interior, “las partículas en suspensión que pueden portar los diferentes virus, finalmente se arrastran por la corriente de aire hacia el exterior, renovándolo”.
1. ¿Cómo ventilar correctamente?: Según Trombert, una ventilación adecuada necesita un mínimo de 15 minutos por habitación, además de permitir que entre el sol en los espacios, lo que ayuda con los ácaros, que suelen estar presentes en la camas, almohadas, colchones o sillones, además de polvo, polen y otros alérgenos, tales como las esporas de los hongos que se pueden acumular en una habitación cerrada y altamente húmeda, como los baños o la cocina.
2. ¿Sirven los purificadores de aire?: La directora de Biotecnología explica que éstos son útiles, especialmente donde viven personas asmáticas o alérgicas: “Contienen filtros donde quedan retenidos el polvo, el polen, los ácaros y generan un aire libre de estas ‘impurezas’. Sin embargo, no son 100% efectivos en una habitación cerrada ni previenen enfermedades virales”.
3. Higiene personal: Juan Pablo Cárdenas precisa que “se ha demostrado que los aerosoles, las gotas que uno expulsa al hablar o toser, tienen un rol importante en el contagio, por lo que proteger las vías aéreas, no tocarse la nariz constantemente y lavarse las manos, es algo simple para protegerse, pero muy importante”.
4. Desinfectar las superficies: La Dra. Trombert indica que el cloro diluido es una buena alternativa para desinfectar superficies en baños o cocina, pues es económico y se puede utilizar el 5% (50 ml de cloro comercial por 1 lt de agua) de manera efectiva. Otras alternativas son al alcohol al 70% (70 mL de alcohol puro y 30 mL de agua) y el amoníaco. “Tanto el cloro y el amoníaco, siempre se deben aplicar en lugares que estén ventilados y jamás deben mezclarse con otro tipo de sustancias, como jabones o detergentes o entre ellos”, aclara.
5. Deja los zapatos en la puerta: “Si bien dicen que esto esto no influye en relación al COVID-19, al sacarse los zapatos todo lo que se arrastra de las calles queda solo ahí”, dice Trombert, quien agrega que “se pueden dejar a la entrada en un baúl, caja o zapatero, y usar zapatillas de descanso o calcetines dentro del hogar”.
6. Plantas de interior: Aunque algunas plantas poseen propiedades purificadoras de ambiente, “su presencia no garantiza, de ninguna manera, que van a impedir la proliferación o mantención de patógenos humanos en el ambiente”, aclara la directora de escuela.
Finalmente, el Dr. Juan Pablo Cárdenas detalla que existe un debate importante sobre “hasta qué punto es bueno ser excesivamente higiénico” y recomienda hace aseo al menos una vez por semana, y dos veces cuando son más integrantes en la familia.
En ese contexto, destaca la positiva influencia de las mascotas en el hogar, especialmente en los más pequeños: “Los animales pueden ayudarlos a exponer a ciertos alérgenos que los ayudan a desarrollar un sistema inmune más fuerte”.